Ser Mindfulness, Ser El Mar, Ser El Cielo

«Mi cuaderno de impresiones, cuentos, relatos, poemas, reflexiones y otras historias».

El mindfulness («mente en plenitud», «atención plena») es un moderno y frondoso árbol creciendo con fuerza en Occidente, pero con sus Raíces en la meditación budista. Constituye un conjunto de prácticas destinadas a «entrenar» nuestra mente para permanecer serenos, conectados al aquí y ahora.

Existen un buen número de estudios científicos que prueban que, empleada de forma correcta, la ejercitación en mindfulness puede ayudar a reducir considerablemente el sufrimiento emocional. También resulta muy útil en la reducción del estrés y para aumentar las emociones positivas y el buen humor.

¿Y si el presente fuera solo presente (el ahora, el momento) y ya está?, ¿y si la ilusión fuera algo a conquistar cada día al levantarnos?, ¿y si viviéramos cada día como si fuera una vida entera?

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Un estado de sufrimiento extremo y continuado nos lleva a conectar con lo más valioso que poseemos: el momento presente. Muchos prisioneros de campos de concentración sobrevivieron interiorizando este principio del que la sociedad «mente-rialista», la sociedad del «corre-que-te-corre-que-llegas-tarde», nos ha apartado en beneficio propio...

Viktor Frankl, Eckhart Tolle..., cambiaron su percepción sobre ellos mismos, y al comenzar a sentirse como "Supervivientes" (en el sentido que describe la Resiliencia), en lugar de como "Víctimas", entendieron que, sin duda…,

lo más valioso de la vida está en el aquí y ahora.
El dolor es inevitable, es intrínseco a la condición de estar vivo, pero el sufrimiento, la interpretación subjetiva que hacemos de ese "dolor",
 es opcional.

Aceptar es vivir que eres el Mar y no las Olas 🌊(de tus pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones),

el Cielo y no las Nubes ⛅☁️🌦️
Aceptar es abrirse a más sensaciones,  a todo lo que nos rodea,

para vivir la vida plena, siguiendo el ritmo que deseamos.
Aceptar es hacerse amigo de nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones,

por muy desagradables que sean,

y seguir con ellos el camino que hemos elegido.
Aceptando vivimos en el PRESENTE.

Os dejo con algo que escribí a propósito de todas estas reflexiones, unos meses antes de conocer esta práctica más en profundidad, unos meses antes de «Ser mindfulness», de ser «mar» y de ser «cielo».

Ilustración de la pintora villalbina © Mª Estefanía López Gay

 Y entonces lo hice... Cambié el nudo de la garganta por una vida nueva, como si cada día fuera una vida entera por sentir, pensar, construir... De tal guisa que por las mañanas se desperezaba el bebé y yo nacía. Solo me preocupaba de necesidades básicas: un buen desayuno, ver pasar las nubes y sonreír; estuviera donde estuviera y sin importar con quién... Por las tardes me convertía en mi juventud, en la alegría de hacer cosas excitantes, auténticas, estimulantes: de ofrecer mis dones al mundo... De forma que cuando me iba por las noches a la cama, la cabeza se me llenaba de canas y de sueños, y mi cuerpo de anciana solo quería morir... hasta mi Nuevo Nacimiento a la mañana siguiente...

© Mar Solana