«Mi cuaderno de impresiones, cuentos, relatos, poemas, reflexiones y otras historias».
Mis queridos Grumetes de Letras, internauter@s y
demás Piratillas:
En el transcurso de la tarde de ayer, plúmbea y
tormentosa, me llegó un correo que, con sinceridad, no me gustó ni un pelo. Me
apetecía compartirlo con vosotros, aunque he decidido ahorrarme el simple hecho
de nombrar a este «gente», no vaya a ser que hiera su ciber-sensibilidad (si es
que tienen de eso).
Solo con mirar el «asunto» del mensaje, incompleto y
más largo que un día sin pan, o sea, que encima tuve que imaginarme el final,
ya me quedé con los ojos en modo «plato sopero» y con el interrogante
detrás de la oreja:
«Asunto: Hace un
tiempo que las personas a las que les gusta tu “Página Comercial X” n...»
El cuerpo del mensaje decía lo siguiente:
«Hola, Mar:
Llevas un tiempo sin visitar tu «Página Comercial X», así que nos gustaría darte un par de consejos rápidos para atraer a más
gente a tu página:
1) Publica una actualización o una foto nueva
2) Asegúrate de que la página no esté incompleta y tenga fotos de
perfil y de portada, así como toda la información necesaria en la sección "Información".
3) Consulta nuestros consejos sobre publicaciones en páginas para
aumentar la participación en tu página.
Gracias,
El equipo de "…" »
Bueno, bueno, esto
es la ¿re-leche?, ¿se me permite usar esta palabra, la recoge nuestra bendita y
santa RAE?
Allá vamos.
Señores de «…»:
Voy a ahorrarme los juicios y
descalificaciones que, aunque bien los merecen, no es mi estilo y tampoco ha
lugar para lo que nos ocupa.En primer lugar, por favor, dejen las mentiras para
Pinocho… ¿Qué diantres es eso de que llevo un tiempo sin visitar mi «Página Comercial X»? ¡Caray, que la visito casi a
diario, salvo los días de las fiestas de guardar (léanse: «días de asueto»),
¡faltaría plus! Y no solo eso, muevo mi manita y también visito otras páginas
amigas y de interés. Tendrán que revisar a sus «roboces» porque están más
obsoletos que un chotis en una discoteca. La «amonestación» correcta hubiera
sido:
«Hola, Fulanita: llevas un
tiempo (unos días, pocos…) sin actualizar tu “Página Comercial X” cuando hay
personas que nos cuentan (con fotos y todo) cuando se revientan el grano del
culo que les traía por la calle de la amargura o simplemente le dan al intro
del posteo para decirnos qué bonita es la vida, niano niano, nananianooo, lalalala… (aunque algunos se
encuentren peor que su grano del culo o por motivos “X” estén distanciados de
este ciber entramado relacional…).
En segundo lugar, yo no les he pedido consejos para
gestionar mi «Página X». Un Espacio que yo solita tuve que poner en marcha sin
ninguna clase de ayuda o facilidades por su parte. Más bien al contrario,
se han dedicado a ejercer esa sutil presión, a la que ya acostumbran ustedes,
con sus estadísticas, retos y ultimátum velados con los que consiguen bajar la
moral del más pintao, que ya es decir. Pero no se preocupen,
por fortuna ya gasto otros ánimos con ustedes y además, atesoro un buen
ramillete de experiencias respecto a sus modos de proceder que, como ya he
advertido, no voy a entrar a juzgar; me morderé las uñas para no seguir
tecleando lo que es mejor dejar en el limbo (virtual, claro).
En tercer lugar, a mí me parece
que son ustedes los que no visitan mi Página y los que, de paso, no se enteran
de la misa a la media. Mi popularidad jamás se ha disparado o ha dependido de
actualizaciones o inclusión de fotos nuevas. Tareas que, por cierto, realizo y
gestiono cuando a mí me parece oportuno y conveniente y no merced a unas
estadísticas que (con todos mis respetos a sus ciber-intromisiones) no me
sirven para nada en absoluto. ¿Quizás para emporios o negocios más grandes?,
puede ser... ¿Por qué no prueban y nos dejan a los más humildes que bailemos a
nuestro ritmo?
En cuarto lugar, mi «Página
Comercial X» no ha estado jamás desatendida o incompleta. Siempre he
cuidado (hasta la extenuación) mis fotos del perfil, de la portada y todas
aquellas que figuran en mis publicaciones, se lo puedo asegurar; así como toda
la información necesaria que debe encuadrarse en su
correspondiente sección. A estas alturas de la peli, no creo que ninguno de mis
seguidores, que dicho sea de paso, interactúan también cuando les viene en gana
(¡faltaría más!), albergue la más mínima duda sobre mi «mercancía virtual» o a
lo que me dedico… Sin embargo, ¡vaya, menuda pena, señores de «(…)», ni
siquiera este celo me ha granjeado más popularidad, tal y como ustedes tienen en
sus objetivos comerciales de «Página que se abre… lalalala»!
En quinto y último lugar (ufff)
y sin ánimo de resultar petulante o «tocapelotas», cuando necesite y quiera sus
consejos, de cara a aumentar la participación de mi Página, no duden de que les
consultaré, ¿previo pago quizás?
En fin, que ya estoy harta de
tanta «boludez», como diría mi amiga Mirta, la del Mar de la Plata, de
pellizcos virtuales y de sentirme bajo una especie de extraña y ridícula
presión porque unos señores que se creen los amos de una red de comunicación te
digan lo que tienes que hacer al más puro estilo siciliano… Y si no, ya sabes
lo que hay… Página que tarda eones en actualizarse o abrirse, fotos que no
suben o post a los que les cuesta un «post-osí» mostrarse como es debido en el
escaparate. «Sí, don Corleone, pero que parezca un accidente…».
¿No querían ustedes saber lo que
«estoy pensando»? Pues miren por donde, ya no tienen que ir muy lejos.
© Mar Solana