MANEJA ESTE TIMÓN DE LETRAS...

Bienvenido a esta Bitácora, Navegante...

Este es el Diario de a Bordo de Mar Solana (Mar Cano Montil), psicóloga, escritora y cuentista... Aquí encontrarás mi «Cuaderno de Impresiones, Cuentos, Relatos, Poemas, Reflexiones y otras Historias», una especie de lenitivo para mitigar las heridas que nos inflige este mundo punzante y rasposo... Escribí mi primer cuento con once años, lo inventé en un pequeño aseo donde me gustaba jugar. Con quince decidí que quería aprender el arte de «Domar Caballos Salvajes» (léase Emociones que necesitan volver a coger sus riendas). Por eso llevo un cuarto de siglo, con sus amaneceres y sus lunas, ejerciendo la Psicología... Mis raíces son "abu-leñas" y nací en la capital, pero a mi alma le dio por asentarse a orillas del Guadarrama... Hace algo más de una década regresé a mi pequeño Taller de Letras. Y ahora soy «Psicolotora» especializada en Literalogía o «Escritóloga» en Psicoratura. Me chifla inventar palabras, tender historias de Letras en las cuerdas del olvido y airear mis impresiones al barlovento del papel... Curiosa insaciable del aspecto más espiritual de la existencia, soy como el Caracol, peregrina de un camino infinito de crecimiento y aprendizaje...

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Bucear Mar Adentro 🐚 🐠 🐋 🐬 🐳 🐠 🐚

ELIGE CÓMO LEERME...

LA MAGIA Y EL AMOR DE LAS LETRAS...


CON LA MAGIA DE LAS LETRAS Y EL AMOR DE SUS ENCUENTROS...

«La Novela es una meditación sobre la existencia vista a través de personajes imaginarios». ©Milán Kundera.


«En esta comarca no existen reyes, aficionados o vasallos de las letras; sólo la magia de los artesanos de la palabra que intentan comunicar». ©Mar Solana.


«La verdadera novela es el arte que nace de la risa de Dios».

©Milán Kundera.

lunes, 30 de marzo de 2009

ATRACCIÓN FATAL

A Soccer († 24 de marzo de 2009)

“La muerte, rasga el abrigo de lo más cotidiano y se cuela por todos los intersticios de lo prosaico mientras… la vida continúa con sus monotonías y avatares (…)”

Lila temblaba, se agitaba, iba de allá para acá sin control, sumida en la más increíble de las euforias. Había decidido acercarse a ella esta misma noche. Quería verla muy de cerca, besarla. Su cuerpo, blando, largo y regordete, se agitaba en círculos, subiendo y bajando… bajando y volviendo a subir. Lila estaba exultante, pletórica. Sólo con imaginar los destellos y el fulgor de su amada, su ánimo se incendiaba aún más, si cabe, en esta calurosa noche de junio. Empero, algunas compañeras de Lila le habían hablado de los peligros que entrañaba tan osada decisión, más su deseo era tan fuerte, tan instintivo y primario, que había ignorado por completo aquellas sabias advertencias.

Nuestra frágil e impulsiva amiga, había vivido un tiempo muy cerca del suelo, con la certeza absoluta de que su ser ya había comprendido lo que significaba arrastrarse. Hacía muy poco tiempo, Lila acababa de pasar por una temporada de renovación, sumida en la más absoluta de las oscuridades y sin posibilidad de respirar la más mínima brizna de aire fresco, en unas dependencias muy cálidas, húmedas y acogedoras cual útero, pero cerradas a cal y canto. Su recién estrenada libertad se le antojaba caprichosa e insaciable como un torbellino que arrampla con todo lo que se pone a su paso. Era como una Cenicienta en la noche, con vestido nuevo, magnífico y primoroso, pero sin carroza y sin horarios. El hada madrina era la misma avidez con la que iba a contemplar muy de cerca y en la negrura de la noche a su titilante princesa blanca.

Con la certeza de que esta vez nadie se lo iba a impedir, Lila se encaminó, ilusionada y con el mayor de los alborozos, hacia su hermoso deseo. Muy cerca ya de su amada, Lila comenzó a escuchar unas voces estridentes como una bicicleta sin engrasar y que impregnaban con su alboroto y bronco tono el silencio de la noche. Pero esta vez no se asustó, ni siquiera se entretuvo en investigar su procedencia. Esta vez, Lila continuó su marcha porque reconoció esas voces como las mismas de la otra noche.

Había empezado ya a divisar el brillo intenso de la más bella de la noche, estaba cada vez más cerca. Su cuerpo largo y regordete comenzó a temblar de emoción otra vez, al tiempo que le asaltaban las dudas sobre si sería capaz de acometer su aventura nocturna ahora que ya estaba allí. Una nube negra, como una especie de maraña insidiosa, obstaculizaba ahora su marcha impidiéndole incluso la visión, ahora tan próxima, de su amada. Lila decidió solucionar aquel ligero inconveniente dando un pequeño rodeo. En el tránsito, observó como una compañera se alejaba ahora de su rutilante princesa y la envidió. Eso encendió aún más su deseo y de repente, Lila se encontró ya al lado de su amada que titilaba, como ella. Alcanzó a comprender su perfección, su glorioso brillo, su resplandor sublime… Lila sintió un dolor intenso a lo largo de su frágil cuerpito, como una horrible picazón y de repente… otra vez la oscuridad.
Las mismas voces disonantes que Lila escuchó en su trayecto, ahora sonaban con más estruendo─: ¡eh, tú, desinchufa este focarro, nostán comiendo los mosquitos!, ¡me cago entó lo que se menea, va pestuza a bicho chamuscao!, ¡As de bastos!


Villalba, 27 de marzo de 2009

miércoles, 25 de marzo de 2009

A JORGE...


Llegaste a esta gran Escuela
que es la Tierra
para saber del Amor,
y aprender de la Amistad,
más sólo encontraste soledad.


Comenzaste a pulir tu alma
con las letras de los hombres
y los colores del arcoíris,
con la magia de la Vida
y los acordes de viejas ruinas…

En tu incierto y breve caminar,
sólo hallaste desconsuelo,
y muy pronto te dejaste atrapar,
bajo las garras del miedo.


Un aciago día
descubriste el espejismo
de un oasis en ruinas,
el quimérico amanecer
de tierras brunas y baldías…
donde mora la química de la muerte,
infausta y vacía…
Y te quedaste a vivir,
alma atormentada y errante,
a vivir para siempre,
a morir cada día…
de la mano de monstruos asfixiantes,
y de brujas impías…

Pidiendo socorro,
sin ser escuchado,
porque en tu boca,
como dentro de un sueño,
todo estaba vedado,
en una sociedad
que de escuchar
ya se ha olvidado.

Duro el aprendizaje que te acogió,
funesto tu despertar que de negro se disfrazó,
amaneceres dolosos en playas de cristal,
donde los deseos rompen contra un erial.

Más ahora ya estás en paz,
alma bella que moras en la Luz,
alma inmortal,
legando el crisol de tu gemebundo caminar:
proyectando Amor y Fraternidad.


Dedicado a Jorge Brown González. Pintor, escritor, escultor, poeta, viajero, y soñador incansable.
Mi amigo póstumo, el bello Jorge, murió por sobredosis el 6 de mayo de 2003, tenía treinta y tres años.
Jorge comenzó a escribir un libro que tras su muerte, adaptó para su publicación, su tía, Sofía Pereira: "El silencio hecho palabra" Ed. Obelisco.
Muy recomendable su lectura.


Villalba, 24 de marzo de 2009

domingo, 22 de marzo de 2009

BLANCO

Mar Solana

Simón atizó el fuego del hogar con unos ahora temblorosos dedos vinculados a una mano huesuda y pecosa por los avatares de la edad. Temblorosos, no tanto por su condición senil, sino más bien por la decisión que acababa de tomar. Tras un dilatado tiempo cuajado de silencio, tristeza y soledad, había determinado no demorarlo más: iba a telefonear a su compañera de alegrías y desmanes durante veinte años. Quería ponerse en contacto con ella.

Acababa de prepararse un café y se disponía a degustarlo cómodamente instalado en su sillón orejero predilecto, frente al enorme ventanal de la acogedora salita que daba al este, en su cabaña de Dawson City, en Canadá. Había comenzado a nevar de forma generosa y no quería perderse ni un solo copo mientras paladeaba aquel café cargado de tantas sensaciones pretéritas añoradas. Necesitaba todos sus arrestos finales y una dosis extra de coraje para llevar a cabo su gesta particular.
Afuera todo era blanco, impoluto, inmaculado. La nieve era la luz de su obscuro invierno, era una ventana abierta a la esperanza de un nuevo comienzo, quizás para acometer juntos un final inevitable.
Mientras se llevaba con presteza la taza de café a los labios, meditaba sobre el color blanco o quizás, sobre la ausencia de color, al tiempo que observaba como millones de puntitos refulgentes revoloteaban, juguetones, tras el cristal de su ventana.El blanco era el color de la luz invernal, de las alas de los ángeles, de las estrellas. Para Simón representaba ahora el color de la Vida y de las primeras luces del alba; del Amor que siente por ella, sin condiciones.Con cada copo se iba perfilando su recién nacida esperanza y la intuición de hacer lo correcto.
Y a pesar de que la nieve provocaba frío, incomunicación y aludes, Simón la percibía ahora como una templada y eterna luz que le transmitía un gran bienestar. El mismo que le iba a ayudar a hacer acopio de todo su coraje para realizar aquella llamada que había quedado suspendida en el tiempo como un interminable y molesto paréntesis durante casi dieciséis años.

Sacó su compacto teléfono móvil del bolsillo de su chaqueta, se detuvo a observarlo por unos instantes antes de decidir deslizar de su carcasa un oculto teclado reluciente, compuesto de algunos símbolos y diez números mágicos que le trasladarían hacia su deseo. Cuando iba a marcar aquellos nueve números grabados a fuego en el atril de su memoria, le asaltaron de nuevo las dudas y un temor algo infundado: “¿Y si ese número… ya no?, ¿Y si ella?...”
Dio un manotazo en el aire en un gesto que pretendía apartar de su alma aquellos pensamientos nada optimistas, tenía que intentarlo al menos. El tiempo de las preguntas sin respuesta, de los reproches, de los largos e incómodos silencios, de las miradas furtivas… ya había quedado muy atrás.
Marcó los números, se llevó el diminuto auricular a su oído izquierdo y esperó… Tras sonar varios tonos que a Simón le parecieron una eternidad y cuando ya se disponía a desconectar aquella tan meditada llamada…- ¿Adriana?
Al otro lado de la línea, a más de ochocientos kilómetros de distancia, se escuchó una voz trémula y queda; una voz tan ronca por el paso de los años y el tabaco que parecía escaparse, sibilante y con sigilo, de la profundidad de una caverna:-¡Dios mío!

Villalba, 3 de diciembre de 2008















jueves, 19 de marzo de 2009

POEMA DE BIENVENIDA A LA PRIMAVERA


¡Ay, primavera!
que arropas al verano
con un manto verde
de albahaca y rocío,

luce presto con bombín cían
sobre una cabellera estrellada
de luna serena,

tejiendo sin pena
al otoño juguetón
una alfombra de hojas plena,

derrama sus lágrimas de esplendor
sobre mares, cañadas y sierras,

El otoño,
perezoso,
dibuja con acuarelas blancas
un chaquetón al invierno
de sendas y heladas mangas,
que oculta tras sus ojales
late trémula...
¡Ay, primavera!

Villalba, 12 de agosto de 2002
Mar Solana

viernes, 13 de marzo de 2009

UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN SOBRE LA IRA


Queridos amigos, hace tiempo encontré la idea sobre esta interesante reflexión acerca de nuestros enfados y nuestra ira en una revista llamada “Espacio Humano”. No recuerdo el nombre de su autor, ni siquiera recuerdo si estaba firmado, lo cierto es que lo tomé, digamos, como base para luego reescribirlo a mi manera y para añadir algunos pequeños matices. Espero que os mueva el hangar de vuestros pensamientos, como en su día removió los míos.
"Mi carácter impulsivo me hacía estallar en cólera a la menor provocación. La mayor parte de las veces, después de uno de estos incidentes, me sentía avergonzado y me esforzaba en consolar a quién había herido o dañado.

Un buen día un psicólogo apareció en mi camino. Me vio dando mis acostumbradas excusas tras una explosión de ira de las buenas. Me paró y me entregó un papel liso, y entonces me dijo con autoridad y aserción: -"¡estrújalo!"-
Sin salir aún de mí asombro pero sintiendo una profunda simpatía por la afabilidad de su rostro, obedecí e hice una bola con el papel que me había entregado.
Luego, me dijo: -"Ahora, intenta dejar este papel como yo te lo di, liso e impoluto..."-

Como ya supondréis, no pude dejarlo como estaba. Por más que lo intenté, el papel ya estaba estropeado y lleno de arrugas.

Entonces él me dijo:

"El corazón de cada persona es como ese papel. La impresión que dejas en ese corazón que lastimaste, será tan difícil de borrar como las arrugas de este papel.
Aunque intentar enmendar el error es tan lícito como lo es el pedir perdón, ese corazón ya queda, de alguna forma, "marcado".
Por impulso e inconsciencia, no nos controlamos y sin pensar arrojamos de forma visceral, como víbora expulsando su veneno, palabras llenas de odio y rencor. Luego, cuando pensamos sobre ello y a nuestra alma acude el recuerdo de nuestro acto, nos arrepentimos sobremanera.
Pero no podemos dar marcha atrás, no podemos desandar lo andado, borrar lo que ya quedó grabado. Y lo más triste de todo, es que inconscientemente vamos dejando "arrugas" en muchos corazones a los que sólo deberíamos Amar.
Así que, desde hoy, cuando sientas deseos de estallar recuerda en forma de imagen y con un sentimiento de Amor al pobre "papel arrugado".
"Somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios".
(...) (...) (...)

domingo, 8 de marzo de 2009

IN MEMORIAM

“ACEPTAR”

Quiero dedicar esta reflexión a la Memoria de Caridad Pérez Acino, compañera y colega de trabajo hace seis años y que falleció el año pasado bajo las crueles garras del cáncer.

Ella fue la que me prestó el libro en el que me inspiré, el 26 de marzo de 2001, para escribir esta pequeña reflexión que debía cumplir el objetivo de insuflar ánimos a unos alumnos de oposiciones a MIR, a los que ella dedicó su esfuerzo y creatividad para ayudarles con la ansiedad que tal proceso conlleva y con el aprendizaje de unas eficaces técnicas de estudio
.
Que Dios, tu Ángel Guardián y el Cielo sigan iluminando tu camino y colmando de coraje tu Espíritu.

En un excepcional librito que puso en mis manos una buena compañera: “El caballero de la armadura oxidada” de Robert Fisher, leí algo muy hermoso que me hizo reflexionar por unos momentos y me impulsó a escribir este pequeño comentario que ahora deseo compartir con todos vosotros.

La cita, aunque no literal, rezaba más o menos así:

“(…) Un cervatillo del bosque no espera a que el sol luzca para poder ir al lago a corretear y jugar. Si el sol no sale, no le estropeará el día al cervatillo. Es feliz siendo un cervatillo y todos los días son buenos para él…
¿Cuántos seres humanos somos felices simplemente por el hecho de serlo, sin esperar nada…?
Los animales no esperan, aceptan (…)”

A simple vista, esta cita puede parecer demasiado evidente o resumir esa especie de filosofía de saldo de muchos libros, tan en boga en estos tiempos y mal apodados de “auto ayuda”, que ocupan los primeros puestos entre los más vendidos.
Sin embargo, y si uno se detiene a meditar esto por un instante, percibiremos que estas hermosas palabras no están escritas con los dedos ágiles de una mente sagaz sino con la dorada pluma que baña su tinta en el corazón.

Y siguiendo con nuestra reflexión, uno podría preguntarse:
- ¿qué es lo que los animales aceptan? y ¿qué es lo que no esperan?

Aceptan lo que son y cada momento de su vida porque carecen de la capacidad única que tenemos los seres humanos de evocar nuestros recuerdos, especular sobre ellos e imaginar el devenir de nuestro futuro. ¡Cuan desgraciados y limitados nos hace, a veces, esta sutil y excepcional idoneidad o talento!
Tristes, apesadumbrados y quejumbrosos sentimientos afluyen a nuestro ánimo cual resortes comprimidos en una caja de sorpresas, al desenterrar aquellos acontecimientos menos gratos de nuestro pasado.

El miedo y las dudas minan y alienan nuestra voluntad, así mismo perturban y socavan nuestro sentir cuando esa oculta obsesión por nuestro devenir se apodera de nosotros ¡impidiéndonos aceptar incondicionalmente cada momento de nuestro presente e impidiéndonos valorar la magia, el amor y la gratitud que se desprende del simple hecho de ESTAR VIVOS!

Aceptarnos, aceptar a los demás, aceptar el mundo que nos rodea y nuestras circunstancias es sinónimo de AMAR todas estas cosas. Y sólo podremos Amar si antes hemos PERDONADO.
A nosotros mismos, por los errores cometidos en el pasado y a las personas que nos rodean, por la aflicción que sus actos nos hayan podido inducir.
En la otra cara de la moneda está la Resignación, que no es más que negar, ocultar y reprimir nuestros verdaderos sentimientos que estarán esperando otro momento para volver a llamar a nuestra puerta y darles la luz que se merecen: la del Perdón y el Amor.

Si aprendemos a aceptar todos los instantes que se van tejiendo en el tapiz de nuestra vida, también podremos apreciar mejor otras tonalidades brillantes y hermosas del resto de tapices de otros seres vivos de la Tierra. Es también el primer paso para aprender a Amarnos a nosotros mismos porque somos los únicos protagonistas de cada momento de nuestra Vida; de esos instantes filmados con la cámara del presente.

Los animales no esperan, aceptan…

No esperan de la Vida tantas cosas como esperamos nosotros y no esperan que la Vida o los demás les estén dando cosas constantemente.
La palabra esperar aquí se refiere a expectativa y no a esperanza. Según el diccionario de la Real Academia Española, expectativa y esperanza son palabras afines en cuanto a su significado, es decir, ambas aluden a esperar conseguir lo que se desea o se pretende. Sin embargo, la diferencia entre ambas es tan sutil como el sentimiento asociado al significado de cada una de ellas.
Mientras que las expectativas consisten en formarnos una serie de prejuicios (“juzgar antes de…”) apenas carentes de emoción con respecto a cosas, personas o lugares antes de conocerlos, la esperanza sí parece estar asociada casi siempre a sentimientos muy personales de nuestro estado de ánimo. No en vano decimos que las expectativas se frustran, la esperanza se pierde (aunque se dice que fue el único sentimiento que permaneció fiel en la Leyenda de “La caja de Pandora”).

Cuando nacemos, nuestra familia se encarga de perfilarnos como seres sociales, nos aporta la cultura y la educación que necesitamos para convertirnos en personas más o menos “aptas” o “válidas” para la sociedad en la que vamos a vivir.
Y ya desde que somos muy pequeños nos enseñan a ESPERAR:
esperar que cambie el tiempo, a que nos regalen cosas cuando es nuestro cumpleaños o Navidad, esperar un buen trabajo, esperar amigos fieles bajo cualquier circunstancia, esperar la pareja soñada, esperar… siempre esperar. Podríamos decir que nuestra vida se asienta sobre este pilar, gira en torno a él constituyendo una de nuestras motivaciones fundamentales.

Y… los animales no esperan, aceptan.

Por desgracia, a los seres humanos no nos educan para Aceptar lo que somos, lo que tenemos o toda la belleza que nos rodea, ya que siempre estamos esperando que todo eso sea mucho mejor.
Ser los mejores, tener más que los demás y modificar nuestro entorno a nuestro antojo y cuantas veces queramos aunque para ello tengamos previamente que destruir y pisotear nuestros principios vitales y morales que son los que verdaderamente pueden contribuir a aportar a nuestro ánimo toda la Paz y la Armonía que necesitamos para Vivir.

Sería más hermoso y gratificante en nuestra Vida aprender a Aceptar de una manera incondicional y profunda, sin reservas, en lugar de estar siempre Esperando de todo y mucho.

Aceptar no significa Esperar constantemente a que las cosas cambien para mejorar.

Aceptar es la Esperanza de la “Caja de Pandora”, es el Amor Universal e Incondicional.

Aceptar mi Vida y a mí mismo tal como soy AHORA y aprender a aceptar mi pasado, ofrecerle el respeto que merece porque forma parte de mi existencia Terrenal.

Aceptar es tener el coraje suficiente para vivir mi presente y Esperanza y confianza en el futuro.

Gracias por tu atención.

MAR SOLANA

9 de abril de 2008

sábado, 7 de marzo de 2009



“Los cuentos son la herramienta más valiosa que tenemos
para trasmitir los más nobles ideales y arquetipos espirituales,
así como los dorados valores con los que podemos contar los seres humanos
en cada andadura Terrenal.”

Mar Solana


La ficción nos une y nos ampara.
Los cuentos son piezas sustanciales del conocimiento humano.
De la realidad imaginaria
todos somos deudores, y no parece mal camino,
en los tiempos que corren, hacer lo posible por seguir
acreditando la ficción para que, al menos, por despiadado que sea
el despojo espiritual al que nos vemos abocados, no nos roben o rebajen los bienes de la imaginación (…)”

Luis Mateo Díez: “El árbol de los cuentos”

AD AETERNUM...

PENSAR... MAR ADENTRO.

PENSAR... MAR ADENTRO.
«La mente intuitiva es un don sagrado del que la mente racional es su fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que honra el sirviente y ha olvidado su don» © Albert Einstein. Imagen: Faro de Suances (Cantabria) © Mar Solana.

CUADERNO DE BITÁCORA: "DIARIO DE NAVEGACIÓN" ...


Hace medio siglo ya me gustaba llevar lectura al campo ☺️

Soy la niña que asoma por la esquinita de la ventana, la primera por la izquierda... 😃 GRACIAS, MÓNICA...

NAVIDAD BLOGUERA 2020-2021

NAVIDAD BLOGUERA 2020-2021
¡Gracias, Mónica! Por tu trabajo y generosidad cada año :)

NAVIDAD BLOGUERA 2019-2020

NAVIDAD BLOGUERA 2019-2020
¡Gracias, Mónica! Eres una artista :)

Navidad Bloguera 2018-19-Tarjeta Personalizada

Navidad Bloguera 2018-19-Tarjeta Personalizada
¡Gracias Mónica! 🤗

ME GUSTARÍA SER DUEÑA DE UN INGENTE TESORO...

ME GUSTARÍA SER DUEÑA DE UN INGENTE TESORO...
... EL TIEMPO DESGRANADO Y SIN PRESTEZAS PARA ESCRIBIR, ESCRIBIR, SÓLO ESCRIBIR...

«Escribir es un autobús que te conduce a la calle Catarsis, con muchas paradas, pero directo».

«Escribir es un autobús que te conduce a la calle Catarsis, con muchas paradas, pero directo».
¿Y leer? Me apasiona devorar libros. Es como visitar el hogar espiritual de mis escritores favoritos y paladear un delicioso vino de su mejor cosecha de Letras... Un buen libro es como una liana, te ayuda a desplazarte por la inmensa selva de tu imaginación... Leer también me facilita la tupida tarea de ir desbrozando esa maleza que se enreda entre la escasez de ideas y la falta de inspiración... ¡Nunca dejes de leer!

SABIA MAFALDA...

¿Te apetece entrar en mi Cuaderno de Bitácora?

¿Te apetece entrar en mi Cuaderno de Bitácora?

GIRASOL...

GIRASOL...
Mandala pintado por © Mar Solana.
MANDALA DEL SOL...

«Para alcanzar algo que nunca has tenido, tendrás que hacer algo que nunca has hecho.»

JOSÉ SARAMAGO: 16 de noviembre de 1922 - 18 de junio de 2010... ¡HASTA SIEMPRE MAGO DE LAS LETRAS!

JOSÉ SARAMAGO: 16 de noviembre de 1922 - 18 de junio de 2010... ¡HASTA SIEMPRE MAGO DE LAS LETRAS!
"La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva. Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran." Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar, necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que, sin ideas, no vamos a ninguna parte...

EL BESO QUE TE ADIVINA ...

EL BESO QUE TE ADIVINA ...
... es la luz que te conduce a sacar de tí lo mejor, a crecer en la mirada de quien verdaderamente te ama. El verdadero amor te quiere libre y como ser expansivo. Nunca admite murallas para el alma que respira... Es descubrir tu segunda piel, la que te eleva a la capacidad de ser decididamente afectivo, humedeciendo con licor de alegría los desiertos emocionales ... CARLOS VILLARRUBIA.

VIVIMOS SIEMPRE JUNTOS...

Llenamos el caldero
de risas y salero,
con trajes de caricias

rellenamos el ropero.

Hicimos el aliño

de sueños y de niños,
pintamos en el cielo
la bandera del cariño.

Las cosas se complican,
si el afecto se limita
a los momentos de pasión...

Subimos la montaña

de riñas y batallas,
vencimos al orgullo
sopesando las palabras.

Pasamos por los puentes

de celos y de historias,
prohibimos a la mente
confundirse con memorias.

Nadamos por las olas
de la inercia y la rutina,
con la ayuda del amor.

Vivimos siempre juntos, y moriremos juntos,
allá donde vayamos seguirán nuestros asuntos.
No te sueltes la mano que el viaje es infinito,
y yo cuido que el viento no despeine tu flequillo,
y llegará el momento
que las almas
se confundan en un mismo corazón...
(Letra y música: Nacho Cano)

ESTA SEMANA, TE RECOMIENDO... COGE UNA DE MIS CARACOLAS Y PPPSSSHHH... ESCUCHA...

Blade Runner ¡Forever!