Este es el Diario de a Bordo de Mar Solana (Mar Cano Montil), psicóloga, escritora y cuentista... Aquí encontrarás mi «Cuaderno de Impresiones, Cuentos, Relatos, Poemas, Reflexiones y otras Historias», una especie de lenitivo para mitigar las heridas que nos inflige este mundo punzante y rasposo... Escribí mi primer cuento con once años, lo inventé en un pequeño aseo donde me gustaba jugar. Con quince decidí que quería aprender el arte de «Domar Caballos Salvajes» (léase Emociones que necesitan volver a coger sus riendas). Por eso llevo un cuarto de siglo, con sus amaneceres y sus lunas, ejerciendo la Psicología... Mis raíces son "abu-leñas" y nací en la capital, pero a mi alma le dio por asentarse a orillas del Guadarrama... Hace algo más de una década regresé a mi pequeño Taller de Letras. Y ahora soy «Psicolotora» especializada en Literalogía o «Escritóloga»en Psicoratura. Me chifla inventar palabras, tender historias de Letras en las cuerdas del olvido y airear mis impresiones al barlovento del papel... Curiosa insaciable del aspecto más espiritual de la existencia, soy como el Caracol, peregrina de un camino infinito de crecimiento y aprendizaje...
ESTE ES "MI CUADERNO DE IMPRESIONES, CUENTOS, RELATOS, MICROCUENTOS, POESÍAS Y OTRAS HISTORIAS..."
«Mi cuaderno de impresiones, cuentos, relatos, poemas, reflexiones y otras historias».
«El Amor es lo único que somos capaces de percibir que trasciende las
dimensiones del tiempo y del espacio.» De la película “Interestelar”
«Comparado con la complejidad del
universo, nuestro mundo parece el seso de una lombriz.»Haruki Murakami. "Escucha la canción del viento".
El espacio, la última frontera. Estos son los viajes de
la nave estelar Enterprise, que continúa su misión de exploración de mundos
desconocidos, descubrimiento de nuevas vidas y de nuevas civilizaciones; hasta
alcanzar lugares donde nadie ha podido llegar...
La voz en off del capitán Jean-Luc Picard, oficial comandante de
la Nave USS Enterprise, se colaba por todos los resquicios de la salita donde
veíamos la tele. «¡Hija, que empieza!», y la de mi padre cruzaba
corriendo el pasillo hasta alcanzar la bandeja de la merienda en la cocina.
Café para él, té con leche para mí, y una fuente llena de galletas maría,
napolitanas y huesitos de chocolate. Todo me temblaba entre las manos hasta que
llegaba a la mesa. A veces, con el baile titilante de las tazas, se derramaba
un poco de líquido empapando algunas pastas que se habían salido del plato a
empujones. Y nosotros, mi padre y yo, las mojábamos en el entusiasmo (ahora inimaginable
e irrepetible) por un nuevo capítulo de una de nuestras series favoritas: «Star
Trek: La nueva generación», mito y fetiche.
Nos engullíamos (casi
sin respirar) la entrega e ilusión de todos los responsables de
aquella Nave a la busca y captura de mundos mejores. Y soñábamos, sobre todo
soñábamos, que siempre, aunque quedaran muy lejanos, existirían lugares
estimulantes y personas distintas, con dos corazones, uno en el pecho y otro en
la voluntad de seguir adelante.
Por aquella época, hace casi tres décadas —la serie conoció varias temporadas y duró un
septenio—, aún no había aprendido yo a mirar con perspectiva o a dejar de
zambullirme en todo lo que me rodeaba como un pez famélico.
Pero todo sigue su curso, lleva su tiempo y
requiere de un proceso…, y no hace mucho que he descubierto una verdadera tabla
de salvación en lo de «mirar con perspectiva». Cuando la tristeza tropieza con
mi compuerta y la anega con su necesidad fría y azul, resquebrajándola y
enredándome en sus tirabuzones de soledad y desamparo, ese pequeño refugio de
cordura me mantiene a flote; aunque a mi alrededor la ciénaga se desborde con
la indecencia y la rebeldía del que hace lo que le da la gana, sin pedir
permiso ni siquiera para eructar. Otras veces, y no lo puedo evitar, chapoteo
en el lodazal como si hubiera olvidado que sé nadar. Que existe esa tabla…
Mirar con perspectiva… alejarse,
tomar la suficiente distancia para observar la magia de una nuez en lugar de
un cerebro pudriéndose. Imposible ver el trasfondo de nada si nos acercamos
demasiado con nuestra irrazonable miopía.
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Tres años después de que
comenzaran a emitir «Star Trek: La nueva generación», aquellas historias
que nos ayudaban a soñar con mundos mejores, una de las sondas Voyager, tras dejar atrás Neptuno, tomó
la imagen más lejana de la Tierra, el 14 de febrero de 1990. Antes de abandonar
el sistema solar, la sonda se giró e hizo una fotografíaen la que podíamos ver nuestro planeta, a
seis mil millones de kilómetros, como una
mota de polvo suspendida en el espacio. Un diminuto puntito en el Universo
en el que, justo aquel día, las personas celebraban su amor; quizás fue lo que
quiso captar la Voyager. Fue elegida una de las diez mejores
fotografías científicas del espacio de la historia.
Y
cuando mi admirado Carl Sagan, creador y director de la mítica serie de
televisión «Cosmos» y un gran especialista en lo de «mirar con perspectiva», vio
la instantánea, realizó unas preciosas y certeras reflexiones acerca de ese
«pálido punto azul» al que llamamos Tierra.
A
continuación os transcribo las que más llamaron mi atención, pero podéis
escucharlas completas en el video.
«(…) Cada héroe y cobarde, cada creador y
destructor de la civilizaciones, cada rey y cada campesino. Cada joven pareja
de enamorados, cada madre y padre, cada esperanzado niño. Inventor y
explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada
“superestrella”, cada “líder supremo”. Cada
santo y pecador en la historia de nuestra especie vivió ahí: en una mota de
polvo suspendida en un rayo de Sol…La
Tierra es un diminuto escalón en una vasta arena cósmica. Piensa en los
ríos de sangre derramados por todos esos generales y emperadores, para que, en
gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de
un punto. Piensa en las generaciones de fervientes odios. Nuestras posturas,
nuestra imaginada auto-importancia, la falsa ilusión de tener una posición
privilegiada en el Universo…, todo ello es desafiado por este pálido punto de
luz… Nuestro planeta es una mota
solitaria en la inmensa oscuridad cósmica, en nuestra oscuridad. Y en toda
esta vastedad, no existe ni un solo indicio de que la ayuda llegará desde algún
otro lugar para salvarnos de nosotros mismos… Quizá no hay mejor demostración
de la tontería de la soberbia humana que ésta imagen distante de nuestro
minúsculo mundo. Para mí, subraya
nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amablemente, y de
preservar y cuidar el pálido punto azul, el único hogar que jamás hemos
conocido.» Carl Sagan
Alguien a quien amo profundamente
me enseñó este video en plena crisis navideña. Porque las navidades habían
llegado otra vez, así, como quién no quiere la cosa. Igual que esa visita
inoportuna de la que no te puedes zafar y a la que encima tienes que sonreír, y
para la que siempre te repites el mismo propósito: «voy a mirarla a los ojos y
le voy a decir que quiero hacer las cosas a mi manera, no a la suya. Que estoy
hasta las narices de sus falsas guirnaldas y del té con pastas obligado. Que mi
deseo es patearle el trasero y echarla a escobazos de mi casa para llamar a doña
Navidad, esa gran señora que merma con el ruido de panderetas oxidadas y que se
diluye ante tanto griterío obsceno… Esa gran señora que nos ofreció su abrigo
durante algún tiempo y que quizás ahora, en el devenir de esta época tan complicada, nos aconseje de nuevo volver a «mirarla con perspectiva», salir de
nuestra importancia personal, porque en la vastedad del cosmos no existe cinismo
o sonrisa afectada que valga.
Y en medio de ese siniestro
bucle al que llamamos navidades, volví a necesitar la urgencia de alejarme y
tomar distancia. Encontré mi tabla, me subí, e intenté aparcar ahí fuera todo el fango
emocional, esos fluidos y residuos que enloquecen a cualquiera.
Entonces me percaté (fui
consciente) de que, en realidad, también soy otra motita de polvo. Pero no de
cualquier polvo, no. Una diminuta partícula de polvo cósmico —que aporta más
categoría, como un apellido ilustre— encarnado en un buen racimo de huesos,
carne y piel. O como decía aquel spot televisivo,
una ciudadana más de un lugar llamado mundo, una liliputiense de un sistema multigaláctico al que se adscribe
nuestro planeta de humanos: ese pálido, denso y quebradizo punto azul. Un «pequeñito
ser vivo» (como canturreaba Data, el simpático Androide de Star Trek) que aborrece encaramarse todos los santos años a la
misma noria de otros pequeñitos seres vivos con deseos de hojaldre caducado.
Una insignificancia sideral que, en la distancia y plenitud de la perspectiva, se
pregunta por el ingrediente esencial que hace bullir a nuestro pálido punto
azul. Esa cosa, emoción o sentimiento que hemos denominado amor y que, desde tan lejos, uno lo ve aún crudo, empaquetado; una
poderosa vibración, una energía excepcional que todavía no hemos incorporado a
la cocción de nuestra particular olla cósmica.
Y sin abandonar mi tabla y
la distancia para observar los aconteceres humanos the last christmas, por primera vez valoré, como nunca antes había hecho,
los infinitesimales utensilios de dar placer a toda la pequeñez de mis átomos: mis
libros, mi ordenador portátil y mi kindle
sorpresa. Y pensé, sentí, que la comunicación y las palabras constituyen, quizás,
la más hermosa conquista humana dentro de esta mota de polvo suspendida
en un rayo de Sol.
Hace medio siglo ya me gustaba llevar lectura al campo ☺️
Soy la niña que asoma por la esquinita de la ventana, la primera por la izquierda... 😃 GRACIAS, MÓNICA...
NAVIDAD BLOGUERA 2020-2021
¡Gracias, Mónica! Por tu trabajo y generosidad cada año :)
NAVIDAD BLOGUERA 2019-2020
¡Gracias, Mónica! Eres una artista :)
Navidad Bloguera 2018-19-Tarjeta Personalizada
¡Gracias Mónica! 🤗
ME GUSTARÍA SER DUEÑA DE UN INGENTE TESORO...
... EL TIEMPO DESGRANADO Y SIN PRESTEZAS PARA ESCRIBIR, ESCRIBIR, SÓLO ESCRIBIR...
«Escribir es un autobús que te conduce a la calle Catarsis, con muchas paradas, pero directo».
¿Y leer? Me apasiona devorar libros. Es como visitar el hogar espiritual de mis escritores favoritos y paladear un delicioso vino de su mejor cosecha de Letras... Un buen libro es como una liana, te ayuda a desplazarte por la inmensa selva de tu imaginación... Leer también me facilita la tupida tarea de ir desbrozando esa maleza que se enreda entre la escasez de ideas y la falta de inspiración... ¡Nunca dejes de leer!
«Para alcanzar algo que nunca has tenido, tendrás que hacer algo que nunca has hecho.»
JOSÉ SARAMAGO: 16 de noviembre de 1922 - 18 de junio de 2010... ¡HASTA SIEMPRE MAGO DE LAS LETRAS!
"La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva. Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran." Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar, necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que, sin ideas, no vamos a ninguna parte...
EL BESO QUE TE ADIVINA ...
... es la luz que te conduce a sacar de tí lo mejor, a crecer en la mirada de quien verdaderamente te ama. El verdadero amor te quiere libre y como ser expansivo. Nunca admite murallas para el alma que respira... Es descubrir tu segunda piel, la que te eleva a la capacidad de ser decididamente afectivo, humedeciendo con licor de alegría los desiertos emocionales ... CARLOS VILLARRUBIA.
VIVIMOS SIEMPRE JUNTOS...
Llenamos el caldero
de risas y salero, con trajes de caricias rellenamos el ropero.
Hicimos el aliño de sueños y de niños, pintamos en el cielo la bandera del cariño.
Las cosas se complican, si el afecto se limita a los momentos de pasión...
Subimos la montaña de riñas y batallas, vencimos al orgullo sopesando las palabras.
Pasamos por los puentes de celos y de historias, prohibimos a la mente confundirse con memorias.
Nadamos por las olas de la inercia y la rutina, con la ayuda del amor.
Vivimos siempre juntos, y moriremos juntos, allá donde vayamos seguirán nuestros asuntos. No te sueltes la mano que el viaje es infinito, y yo cuido que el viento no despeine tu flequillo, y llegará el momento que las almas se confundan en un mismo corazón...
(Letra y música: Nacho Cano)
ESTA SEMANA, TE RECOMIENDO... COGE UNA DE MIS CARACOLAS Y PPPSSSHHH... ESCUCHA...
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NO TE VAYAS SIN DEJAR TU TINTA
EN ESTE HUMILDE TIMÓN,
AL ALBUR DEL BARLOVENTO!