Este es el Diario de a Bordo de Mar Solana (Mar Cano Montil), psicóloga, escritora y cuentista... Aquí encontrarás mi «Cuaderno de Impresiones, Cuentos, Relatos, Poemas, Reflexiones y otras Historias», una especie de lenitivo para mitigar las heridas que nos inflige este mundo punzante y rasposo... Escribí mi primer cuento con once años, lo inventé en un pequeño aseo donde me gustaba jugar. Con quince decidí que quería aprender el arte de «Domar Caballos Salvajes» (léase Emociones que necesitan volver a coger sus riendas). Por eso llevo un cuarto de siglo, con sus amaneceres y sus lunas, ejerciendo la Psicología... Mis raíces son "abu-leñas" y nací en la capital, pero a mi alma le dio por asentarse a orillas del Guadarrama... Hace algo más de una década regresé a mi pequeño Taller de Letras. Y ahora soy «Psicolotora» especializada en Literalogía o «Escritóloga»en Psicoratura. Me chifla inventar palabras, tender historias de Letras en las cuerdas del olvido y airear mis impresiones al barlovento del papel... Curiosa insaciable del aspecto más espiritual de la existencia, soy como el Caracol, peregrina de un camino infinito de crecimiento y aprendizaje...
ESTE ES "MI CUADERNO DE IMPRESIONES, CUENTOS, RELATOS, MICROCUENTOS, POESÍAS Y OTRAS HISTORIAS..."
Siempre sentí la irremediable necesidad,
desde muy pequeñita, de ir contra corriente, como ese pececillo que acaba en
agua dulce sin saber muy bien por qué quedó tan lejos su inmenso
hogar turquesa de algas y sal… Nunca tuve afinidad con ‘Vicente’, ese señor que
siempre está en el mogollón y que jamás abandona su carril, derechito y seguro; y lo
siento de verdad porque intuyo que Vicente es un tipo simpático y dicharachero versus una ‘rara avis’ como yo… Cuando la mayoría de mortales abandona el
asfalto para dejarse abrazar por las tórridas alfombras playeras, una servidora
vuelve a la ciudad con la ansiedad del toxicómano que se ha quedado sin su
dosis. Sí, Navegantes, he regresado con las indelebles huellas del salitre
marino en mi ánimo, el auténtico, no el playero de temporada; aunque se
parezcan, como los hermanos que nacen del mismo vientre, no son iguales… El verdadero
crea una adicción difícil de olvidar, en cualquier estación del año.
Hace unos meses, alguien que lleva el mar
en su piel me dijo que el salitre enganchaba, que era como una droga… Cuando te
alejas de él, al poco tiempo, te visita una especie de síndrome de abstinencia,
tus mucosas pierden humedad, tu piel se aja y tu ánimo hace aguas, como el
inexorable naufragio de un barquito que, sin previo aviso, pierde el rumbo. Yo
le miré y sonreí; oteé el horizonte marino buscando respuestas para algo que,
hace tiempo, ya sospechaba. Esta persona se refería a todas aquellas otras que
lo llevamos pegado en nuestra alma desde siempre, aunque vivamos (sobrevivamos)
en medio del más tedioso asfalto o cerca de la más empinada montaña. Nuestro primer
llanto ya exhaló millones de gotitas salobres que, al evaporarse, se estrellaron
contra un aséptico cristal en un intento fallido por escapar. Y un buen día, nos
reencontramos con él, y esos puntitos microscópicos de sal que penden de los
abrazos del mar, corren, como el deseo de los amantes, a colarse en nuestros
pulmones, a invadir nuestra piel y a llevar júbilo a cada uno de los rincones
de nuestra alma; es como si una mano invisible nos retirara las flores secas y
llenara de nuevo nuestros jarrones con su perfume, color y prestancia. Entonces
comprendes la nostalgia y te preguntas cómo has podido estar tanto tiempo sin
respirarlo…
El salitre adictivo, esas partículas marinas
tan codiciadas, no está en las
hamacas playeras, el bronceador o los refrescos; no se encuentra en los
gritos que llaman a ‘Carlos Manuel’ sin descanso o en el adormecimiento
reptiliano de tumbarse al sol sin más leit
motiv que oscurecer la piel para titilar sobre el pálido fondo estival… El
salitre, como un amante culpable, sale de puntillas al atardecer y se encarama
en los primeros efluvios de la tímida brisa costera; huye de los bocadillos, las pipas y las francachelas; en general, de todo viso de algarabía humana…
A veces hace sus pinitos y, travieso, se enreda en el pelo de algún lector que
parece atento, pero desiste de unos ojos que, impacientes, recorren el papel
sin parar, ajenos a la eternidad del horizonte… El salitre se pega al
insociable, al solitario que visita la playa cuando el fondo del escenario se
tiñe de cárdeno y ámbar, se encarama en su alma y le deja una estela de soledad
húmeda y salada, un efímero placer que ya no podrá despegarse u olvidar
jamás.
Un
químico diría que el salitre es nitrato de sodio, ahí es nada; quizás para un
marino sean minúsculas lágrimas de agua preñadas de sal que, al evaporarse, la
liberan de su cautiverio para enredarse en la brisa e inventar melodías en las
galernas; para un poeta, el salitre, son los fluidos del mar, esos que, en la
lejanía, recordamos con pesar y necesidad, como la adicción de los amantes a la
humedad de sus cuerpos… Y yo, una humilde servidora que pretende describirlo o,
sencillamente, hablar de él -nada menos-, solo se que ya no puedo vivir sin él y
mi mayor ilusión habita en ese dulce lugar de los recuerdos y deseos que claman
por el próximo encuentro con ese bendito y sanador salitre. Sí, aún guardo un pequeño as en mi manga,
je, je… dentro de poco podré inhalarlo otra vez. Y me gusta contároslo aquí, mar adentro, en este
espacio virtual tan importante para mí como respirar y vivir inmersa en el salitre.
Aquí no tengo que dar explicaciones en un mundo que constantemente las pide...
Os dejo con las melódicas caricias de la
música de los genuinos Vargas Blues Band, con el cálido sentimiento que crea el
saxo en esta pieza: “Back to the city” (Vuelta a la ciudad), ideal para
escucharla en una tibia y estrellada noche estival, ¿cómo la de hoy? ;)
Sed felices y respirad hondo, estéis
donde estéis…
Excelente y hermoso texto, Mar ¡Cómo disfruto leyéndote, amiga! Pasado mañana (D.m)voy a reencontrarme con ese fundamental salitre para mi cuerpo y para mi alma. Voy, de nuevo, a ver salir el sol sobre la bandeja plateada y celeste de las aguas, a disfrutar del Mar, cuando sólo se escucha su rumor en la magnífica soledad de los amaneceres.
Lamento que nuevamente te hayas desilusionado...no sé ni imagino los detalles, pero lamento que así sea. Sobre la adicción al salitre y un horizonte con mar, lo comprendo...es algo que se mamó desde chico y por siempre se llevará adentro.
Bueno, no pasa nada; desilusionarse forma parte de nuestro elenco emocional, ya lo tengo asumido, Neo. Las personas podemos brillar mucho en algunas ocasiones y en otras, simplemente, decepcionarnos las unas a las otras, ¡es ley de humanos! jejeje
Sí, el salitre es muy importante en mi vida. Fíjate, yo he nacido en llanura total, la capi de España, y me he criado entre los agobiantes cláxones de la ciudad y los cencerros de las vacas de un pueblito de Castilla... Con diez años tuve mi primer encuentro con el mar, en Cantabria, y hasta que no he vuelto allí, a mi casita, no he parado; ahora mi mayor deseo es poder vivir allí más tiempo...
Saludos Mar siempre junto al mar se descubren tantas cosas , en especial de uno mismo frente a esa inmensidad... el refugio del alma...emotiva sin duas, donde encuentras la fin esa paz... vivir junto a ello sin dudas ayuda a encontrar caminos a nuestras preguntas...
Te dejo el mejor d emis saludos esperando siempre que estés muy bien!!
Que imagen mas bonita Mar, y como me gustaria estar en estos días paseando por esa playa, como bien dices ese salistre engancha y mucho. Desilusión !que palabra!. Espero que el sol brille para ti. Un abrazo.
Me encanta que recalen mar adentro amigas como tú ;) Sí, San, tú también sabes que ese salitre del que hablo es una verdadera droga (y joya) ;) Seguro que podrás sentirlo más pronto de lo que piensas ;), ya verás...
Bueno, la desilusión es algo que siempre estará en nuestros equipajes terrenos, lo importante es aprender la actitud para afrontarla; y a mí me han dicho que ya tengo un aprobadillo raspado, jejeje :))
Casi cuarenta años desentrañando los secretos y la cualidad de la sal y también me ha intrigado de siempre ese poder de atracción que el salitre (por extensión, la sal que se pega en los ambientes marinos) ha ejercido en mi. El salitre de los mares y marismas de este sur, espera...
Hola Mar espero estés bien en todo lo que haces por tu lado... es bueno ir desalojando las cosas negativas y hacer que se queden siempre con nosotros lo mejor... que esas bellezas de la tierra fecunden tu ser!
Hola amiga paso a saludarte otra vez , esperando estés bien ...y sigas adelante como siempre llena de fortaleza y renuevos para continuar escribiendo y compartiendo.
Está claro Mar que el salitre te ha enganchado. Será por eso que te llamas Mar :):):):):):)
Lo cierto es que la paz, el relax, el sentirse cómodo y bien y apreciar la grandeza del mar, es muy reconfortante. Y Cantabria (y también el resto de las tierras del Norte), se pegan a la piel y el interior de cada uno. Siempre me gustó el Norte, su paisaje y sus gentes.
He pasado a saludarte y decirte que seguro que algo de ese mar y ese salitre permanece contigo en Madrid.
Eres un solete. Perdona que haya tardado en contestar, pero tengo una conexión en estos momentos que si puedo publicar los comentarios ya tengo mucha suerte y contestar ya es toda una aventura ;) Muchas gracias por tu cercanía y por tus buenos deseos. También te deseo yo a ti que escribas millones de páginas con tus versos llenos de luz :)
Muchas gracias por recalar por estas aguas, ya sabes que tus visitas siempre me gustan mucho...
Sí, jejeje, fíjate que cuando nací mis padres pensaron en bautizarme con el nombre de Cristina ;), pero mis padrinos decidieron lo de Mª del Mar por aquello de mi conexión con el salitre desde tan temprana edad y que ellos, seguramente, captaron mejor que mis papis ;)))
Siempre procuro traerme un poquito para no pasar tantos rigores en la seca Villalba ;) Aunque ya parece que el calor nos va concediendo una tregua, ¿no??
Cuídate mucho, Mos. Te envío muchos besotes desde mi mar adentro...
Sí, a mi me sigue pasando... Cuando estoy lejos de él, la estela de su beso y el sabor de su compañía jamás me abandonan... Gracias por tu visita a estas aguas.
Mar! Cómo comprendo tu "apego" al salitre... A pesar de que soy más de Aire que de Agua, y debo permanecer en el Aire precisamente, como las aves, pero también como algunas de ellas de vez en cuando me sumerjo en las aguas profundas. Leí hace un momento lo que has escrito en septiembre, de las cosechas, cuando hablas de vivir el presente, el momento, el aquí y el ahora, sí, para poder preparar todo para el futuro, la próxima cosecha. Exacto, aún queda año, quién sabe, tal vez todavía vuelva cerca del mar, a olerle, a dejarle envolverme trayendo sus secretos más protegidos. Tal vez a eso volvemos al mar... a recoger sus secretos... Un abrazo muy cariñoso preciosa! Encantada de volverte a reencontrar en este espacio tan bello que has creado para compartir. Muacs!
Hace medio siglo ya me gustaba llevar lectura al campo ☺️
Soy la niña que asoma por la esquinita de la ventana, la primera por la izquierda... 😃 GRACIAS, MÓNICA...
NAVIDAD BLOGUERA 2020-2021
¡Gracias, Mónica! Por tu trabajo y generosidad cada año :)
NAVIDAD BLOGUERA 2019-2020
¡Gracias, Mónica! Eres una artista :)
Navidad Bloguera 2018-19-Tarjeta Personalizada
¡Gracias Mónica! 🤗
ME GUSTARÍA SER DUEÑA DE UN INGENTE TESORO...
... EL TIEMPO DESGRANADO Y SIN PRESTEZAS PARA ESCRIBIR, ESCRIBIR, SÓLO ESCRIBIR...
«Escribir es un autobús que te conduce a la calle Catarsis, con muchas paradas, pero directo».
¿Y leer? Me apasiona devorar libros. Es como visitar el hogar espiritual de mis escritores favoritos y paladear un delicioso vino de su mejor cosecha de Letras... Un buen libro es como una liana, te ayuda a desplazarte por la inmensa selva de tu imaginación... Leer también me facilita la tupida tarea de ir desbrozando esa maleza que se enreda entre la escasez de ideas y la falta de inspiración... ¡Nunca dejes de leer!
«Para alcanzar algo que nunca has tenido, tendrás que hacer algo que nunca has hecho.»
JOSÉ SARAMAGO: 16 de noviembre de 1922 - 18 de junio de 2010... ¡HASTA SIEMPRE MAGO DE LAS LETRAS!
"La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva. Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran." Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar, necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que, sin ideas, no vamos a ninguna parte...
EL BESO QUE TE ADIVINA ...
... es la luz que te conduce a sacar de tí lo mejor, a crecer en la mirada de quien verdaderamente te ama. El verdadero amor te quiere libre y como ser expansivo. Nunca admite murallas para el alma que respira... Es descubrir tu segunda piel, la que te eleva a la capacidad de ser decididamente afectivo, humedeciendo con licor de alegría los desiertos emocionales ... CARLOS VILLARRUBIA.
VIVIMOS SIEMPRE JUNTOS...
Llenamos el caldero
de risas y salero, con trajes de caricias rellenamos el ropero.
Hicimos el aliño de sueños y de niños, pintamos en el cielo la bandera del cariño.
Las cosas se complican, si el afecto se limita a los momentos de pasión...
Subimos la montaña de riñas y batallas, vencimos al orgullo sopesando las palabras.
Pasamos por los puentes de celos y de historias, prohibimos a la mente confundirse con memorias.
Nadamos por las olas de la inercia y la rutina, con la ayuda del amor.
Vivimos siempre juntos, y moriremos juntos, allá donde vayamos seguirán nuestros asuntos. No te sueltes la mano que el viaje es infinito, y yo cuido que el viento no despeine tu flequillo, y llegará el momento que las almas se confundan en un mismo corazón...
(Letra y música: Nacho Cano)
ESTA SEMANA, TE RECOMIENDO... COGE UNA DE MIS CARACOLAS Y PPPSSSHHH... ESCUCHA...
19 comentarios:
Excelente y hermoso texto, Mar ¡Cómo disfruto leyéndote, amiga! Pasado mañana (D.m)voy a reencontrarme con ese fundamental salitre para mi cuerpo y para mi alma. Voy, de nuevo,
a ver salir el sol sobre la bandeja plateada y celeste de las aguas, a disfrutar del Mar, cuando sólo se escucha su rumor en la magnífica soledad de los amaneceres.
Un abrazo, María
Hola, María:
No sabes lo que me gratifica que disfrutes con mis palabras, es muy reconfortante...
Vive con plenitud esos amaneceres cargados de salitre sanador...
Un abrazo enorme, querida amiga.
Lamento que nuevamente te hayas desilusionado...no sé ni imagino los detalles, pero lamento que así sea.
Sobre la adicción al salitre y un horizonte con mar, lo comprendo...es algo que se mamó desde chico y por siempre se llevará adentro.
un abrazo de mujer de llanura y río.
Hola, Mónica:
Bueno, no pasa nada; desilusionarse forma parte de nuestro elenco emocional, ya lo tengo asumido, Neo. Las personas podemos brillar mucho en algunas ocasiones y en otras, simplemente, decepcionarnos las unas a las otras, ¡es ley de humanos! jejeje
Sí, el salitre es muy importante en mi vida. Fíjate, yo he nacido en llanura total, la capi de España, y me he criado entre los agobiantes cláxones de la ciudad y los cencerros de las vacas de un pueblito de Castilla... Con diez años tuve mi primer encuentro con el mar, en Cantabria, y hasta que no he vuelto allí, a mi casita, no he parado; ahora mi mayor deseo es poder vivir allí más tiempo...
Besos salobres, querida Neo.
Saludos Mar
siempre junto al mar se descubren tantas cosas , en especial de uno mismo frente a esa inmensidad...
el refugio del alma...emotiva sin duas, donde encuentras la fin esa paz...
vivir junto a ello sin dudas ayuda a encontrar caminos a nuestras preguntas...
Te dejo el mejor d emis saludos
esperando siempre que estés muy bien!!
Hola, Meulen:
Así lo siento yo también; el mar o su cercanía siempre nos colmará de paz y de caminos por descubrir...
Un abrazo enorme ya viaja para Chaitén :)
Que imagen mas bonita Mar, y como me gustaria estar en estos días paseando por esa playa, como bien dices ese salistre engancha y mucho.
Desilusión !que palabra!.
Espero que el sol brille para ti.
Un abrazo.
Hola, San:
Me encanta que recalen mar adentro amigas como tú ;)
Sí, San, tú también sabes que ese salitre del que hablo es una verdadera droga (y joya) ;) Seguro que podrás sentirlo más pronto de lo que piensas ;), ya verás...
Bueno, la desilusión es algo que siempre estará en nuestros equipajes terrenos, lo importante es aprender la actitud para afrontarla; y a mí me han dicho que ya tengo un aprobadillo raspado, jejeje :))
Besotes, preciosa.
Casi cuarenta años desentrañando los secretos y la cualidad de la sal y también me ha intrigado de siempre ese poder de atracción que el salitre (por extensión, la sal que se pega en los ambientes marinos) ha ejercido en mi.
El salitre de los mares y marismas de este sur, espera...
Hola, Jóse:
Tú eres una de esas personas que lo lleva también pegado al alma... Sí, algún día iré a conocer el salitre sureño ;)
Besotes veraniegos.
Hola Mar
espero estés bien
en todo lo que haces por tu lado...
es bueno ir desalojando las cosas negativas y hacer que se queden siempre con nosotros lo mejor...
que esas bellezas de la tierra fecunden tu ser!
mi abrazo cordial!
Gracias por tus deseos, Meulen. Sí, la belleza de la tierra siempre es inspiradora...
Otro abrazo enorme para ti desde una España calurosa ;)
Hola amiga
paso a saludarte otra vez , esperando estés bien ...y sigas adelante como siempre llena de fortaleza y renuevos para continuar escribiendo y compartiendo.
te dejo un abrazo grande!
Está claro Mar que el salitre te ha enganchado. Será por eso que te llamas Mar :):):):):):)
Lo cierto es que la paz, el relax, el sentirse cómodo y bien y apreciar la grandeza del mar, es muy reconfortante. Y Cantabria (y también el resto de las tierras del Norte), se pegan a la piel y el interior de cada uno.
Siempre me gustó el Norte, su paisaje y sus gentes.
He pasado a saludarte y decirte que seguro que algo de ese mar y ese salitre permanece contigo en Madrid.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Querida Meulen:
Eres un solete. Perdona que haya tardado en contestar, pero tengo una conexión en estos momentos que si puedo publicar los comentarios ya tengo mucha suerte y contestar ya es toda una aventura ;) Muchas gracias por tu cercanía y por tus buenos deseos. También te deseo yo a ti que escribas millones de páginas con tus versos llenos de luz :)
Te envío un fuerte abrazo, chilena de lujo.
Hola, Mos, majete :)
Muchas gracias por recalar por estas aguas, ya sabes que tus visitas siempre me gustan mucho...
Sí, jejeje, fíjate que cuando nací mis padres pensaron en bautizarme con el nombre de Cristina ;), pero mis padrinos decidieron lo de Mª del Mar por aquello de mi conexión con el salitre desde tan temprana edad y que ellos, seguramente, captaron mejor que mis papis ;)))
Siempre procuro traerme un poquito para no pasar tantos rigores en la seca Villalba ;) Aunque ya parece que el calor nos va concediendo una tregua, ¿no??
Cuídate mucho, Mos. Te envío muchos besotes desde mi mar adentro...
Y después de leer esto que ganas de estar frente a él.
Un saludo
Hola, jota:
Sí, a mi me sigue pasando... Cuando estoy lejos de él, la estela de su beso y el sabor de su compañía jamás me abandonan... Gracias por tu visita a estas aguas.
Un abrazo marinero.
Mar! Cómo comprendo tu "apego" al salitre... A pesar de que soy más de Aire que de Agua, y debo permanecer en el Aire precisamente, como las aves, pero también como algunas de ellas de vez en cuando me sumerjo en las aguas profundas. Leí hace un momento lo que has escrito en septiembre, de las cosechas, cuando hablas de vivir el presente, el momento, el aquí y el ahora, sí, para poder preparar todo para el futuro, la próxima cosecha. Exacto, aún queda año, quién sabe, tal vez todavía vuelva cerca del mar, a olerle, a dejarle envolverme trayendo sus secretos más protegidos. Tal vez a eso volvemos al mar... a recoger sus secretos... Un abrazo muy cariñoso preciosa! Encantada de volverte a reencontrar en este espacio tan bello que has creado para compartir. Muacs!
Publicar un comentario
¡POR FAVOR, NAVEGANTE DE "MAR ADENTRO",
NO TE VAYAS SIN DEJAR TU TINTA
EN ESTE HUMILDE TIMÓN,
AL ALBUR DEL BARLOVENTO!