MANEJA ESTE TIMÓN DE LETRAS...

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Este es el Diario de a Bordo de Mar Solana (Mar Cano Montil), psicóloga, escritora y cuentista... Aquí encontrarás mi «Cuaderno de Impresiones, Cuentos, Relatos, Poemas, Reflexiones y otras Historias», una especie de lenitivo para mitigar las heridas que nos inflige este mundo punzante y rasposo... Escribí mi primer cuento con once años, lo inventé en un pequeño aseo donde me gustaba jugar. Con quince decidí que quería aprender el arte de «Domar Caballos Salvajes» (léase Emociones que necesitan volver a coger sus riendas). Por eso llevo un cuarto de siglo, con sus amaneceres y sus lunas, ejerciendo la Psicología... Mis raíces son "abu-leñas" y nací en la capital, pero a mi alma le dio por asentarse a orillas del Guadarrama... Hace algo más de una década regresé a mi pequeño Taller de Letras. Y ahora soy «Psicolotora» especializada en Literalogía o «Escritóloga» en Psicoratura. Me chifla inventar palabras, tender historias de Letras en las cuerdas del olvido y airear mis impresiones al barlovento del papel... Curiosa insaciable del aspecto más espiritual de la existencia, soy como el Caracol, peregrina de un camino infinito de crecimiento y aprendizaje...

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«La Novela es una meditación sobre la existencia vista a través de personajes imaginarios». ©Milán Kundera.


«En esta comarca no existen reyes, aficionados o vasallos de las letras; sólo la magia de los artesanos de la palabra que intentan comunicar». ©Mar Solana.


«La verdadera novela es el arte que nace de la risa de Dios».

©Milán Kundera.

miércoles, 14 de marzo de 2012

'CONTAGIO' Y SARAMAGO...



Un zorro volador (una especie de murciélago), huésped de un extraño virus, mordisquea una banana en Hong Kong… esa banana es desechada para los cerdos… los cerdos se la comen con avidez… uno de los cochinillos es sacrificado para un prestigioso hotel… el cocinero, sin ninguna precaución o asepsia, lo trincha para cocinarlo; le vacía la boca y se llena las manos de sangre… un camarero entra en la cocina y le dice al cocinero que una acreditada ejecutiva de Illinois quiere fotografiarse con él… el maestro de viandas sonríe, en un gesto rápido se limpia las manos en el delantal y sale a inmortalizarse con la bella dama… le tiende a la joven una mano, la misma que unos minutos antes estaba embadurnada de sangre del lechón, se dispara un flash… y comienza la pesadilla... Ese virus, en principio inofensivo para los murciélagos y ante el que permanecían indemnes, muta en el cerdo y se convierte en letal para el ser humano. Se transmite por el aire, con el mínimo contacto, y produce una encefalitis mortal. Este es el origen de la terrorífica infección que se extiende como la pólvora en ‘Contagion’ (Contagio), la interesante peli de Steven Soderbergh (‘Ocean's Twelve’, ‘Solaris’, ‘Erin Brockovich’…) que he visto hace poco. Parece un tema muy manido, pero la película, la verdad, tiene su aquel. 


Me ha gustado mucho lo que se lee entre líneas, como en una buena novela, todo aquello que el escritor nos muestra sin necesidad de explicaciones gratuitas, para que el lector pueda extraer sus propias conclusiones sin ser adiestrado; son migajas, pistas o señales para activar las carreteras del pensamiento o de las reflexiones que alimentan la consciencia. Como la prosa narrativa del genial y ya fallecido escritor portugués, José Saramago ( creo que las dos últimas sílabas de su apellido son un buen epíteto de su escritura...). A medida que la peli avanzaba, su desarrollo me ha conducido al recuerdo de dos de sus más célebres e interesantes novelas: “Ensayo sobre la ceguera” y “Las intermitencias de la muerte”; tanto en los libros como en la peli podemos percibir, de forma muy clara y sutil, las similitudes y paralelismos que nos invitan a parecidas meditaciones: ¿Por qué (o para qué) el ser humano es la especie más ruin cuando su vida está en juego?, ¿por qué es necesario que en estas situaciones alguien (o algunos) se erija en faro o guía del camino de una mayoría “dormida” y abocada por ello a la extinción? 
Todas estas historias depositan en algún rincón de la mente del espectador la patética semilla del lado más decrépito y miserable del ser humano, esa inoportuna simiente que germina en situaciones extremas y aterradoras. En la teoría de la evolución de Darwin, se cuestiona la supervivencia de los “débiles” y se apuesta por una cruel “selección natural” de los más fuertes. Quizás, lo que Darwin quiso decir, es que debían morir los individuos menos “válidos”, los que menos aportan al grupo o son muy diferentes al resto, para que la especie evolucione y pueda seguir adelante. Lo mismo no fue una teoría desacertada para aquella época en la que la ciencia daba sus primeros pasos por un sendero reduccionista; sin embargo, vista desde un prisma más actual, me parece una forma de pensar cruel y muy materialista… A lo mejor, la fuerza ya no es tan adecuada para sobrevivir, como nos describe Saramago o vemos en la película, acaso sea más importante el sentido común y un pensar sano, porque detrás de los individuos más fuertes (en apariencia), casi siempre encontramos una gran debilidad de pensamiento y emoción. 

En “Ensayo sobre la ceguera”, el miedo a quedarse ciegos y el instinto de sobrevivir a cualquier precio, les enfrenta a lo más primitivo y mezquino de la especie humana; cualquier vestigio de civilización peligra como un nevero con el primer rayo de sol. Sin embargo, tanto la peli como la novela dejan bien claro que, a pesar de las vilezas cometidas por el terror a morir o a quedarse ciego, la consciencia es indestructible y siempre quedará alguno o algunos para recordárselo a los que sólo les interesa su salvación: el faro de la consciencia frente a nuestros instintos más primarios… Y en el aire, se mece la pregunta ineludible: ¿Y a nosotros?, ¿nos interesa seguir esa luz?, o ¿nos resulta más cómodo perdernos entre el rebaño ignorante y dejarnos conducir? 


En “Las intermitencias de la muerte”, Saramago nos plantea una atractiva y fantástica hipótesis: “¿qué pasaría si la gente de un país imaginario, coincidiendo con la llegada de un nuevo año, dejara de morir?”… Y ojo, que no se refiere a la deseable inmortalidad del héroe, esa con la que todo ser humano ha soñado alguna vez; nos habla de una molesta “eternidad” que se convierte en una verdadera lacra burocrática y social, del terrible choque demográfico que se genera con una repentina ausencia de mortandad y del peligro de todas las profesiones y estamentos relacionados con Tánatos. Y como, de la nada, siempre surgen individuos saprófitos dispuestos a lucrarse con el mal ajeno: del que muere con la facilidad de una chinche, en el caso de la peli, y del que no se muere ni para atrás, en el caso de la novela. En esta época tan materialista y abocada al consumo desmedido, no se qué resulta más amenazante o aterrador: un mal muy contagioso, la ausencia de descanso eterno o todas las cínicas y tóxicas artimañas que despliegan los protocolos burocráticos, como una alfombra envenenada, en este tipo de situaciones. Y es que, cuando está por medio el poderoso caballero de papel y metal, la muerte (o la inmortalidad) pasa a un plano secundario como una actriz de reparto, y sobre el escenario cobran protagonismo las mafias invisibles que manejan los hilos y obtienen beneficio con la desgracia ajena. El eterno dilema de la humanidad: infortunio de muchos… fortuna de unos cuantos. 


Además de todas estas sincronicidades, la peli tiene un hilo conductor que no podemos pasar por alto: como se puede llegar al más atroz aislamiento social y a la desconfianza más cruel por miedo al otro. Un inocente y cotidiano apretón de manos puede convertirse en el más peligroso de los gestos, uf… Precisamente ese era el tema de uno de los primeros relatos que escribí, “Los abrazos castigados”, basado en la hipótesis fantástica de: “¿Qué pasaría si estuviera prohibido abrazarse en público?”… 


Como ya os he comentado al principio, esta película da para pensar y mucho… Muy recomendable si aún no la habéis visto.

9 comentarios:

MAJECARMU dijo...

Mar,interesantísimo tu post,amiga.
El cine siempre me gustó mucho y más esas pelis,que nos dejan pistas,luces para intuir algo más de lo que vemos y oímos...No dudo que "Contagión"sea digna de verla...La tendré en cuenta y más si está relacionada con el pensamiento de Saramago,gran sabio y maestro...
Te voy a indicar otra peli,que quizá hayas visto y si no es así,creo que te va a gustar: "War Horse"(Caballo de batalla).Una amistad entre un joven y un caballo en plena guerra...
Mi felicitación por tu bien planteado post,que, como siempre,nos da idea de tu profundidad clara e inteligente.
Mi abrazo grande y feliz jueves y finde,amiga...Sé feliz,porque puedes serlo.
M.Jesús

Maria Eugenia Aurensanz - Spiral Áurea dijo...

Hola, Mar

No se muy bien porqué pero no me gusta Saramago. Quizá prefiero que otros traduzcan para mi sus pensamientos e ideas, pero cuando intento leerle, me duermo.

Es muy interesante todo lo que cuentas y da en qué pensar.

Gracias por acercarme a Saramago y a sus reflexiones y a ti por ser tan estupenda.

Besotes.

Mar Cano Montil dijo...

Gracias, chicas, por pasar por aquí y charlar un poquito conmigo... No sé, noto mi blog algo decaidillo, será la primavera...

Mª Jesús, esa peli que me recomiendas ya la tenía en mi lista de pendientes ;) se que me va a gustar tanto como tú la has disfrutado. Gracias, preciosa.

Mª Eugenia, no te preocupes, reconozco que Saramago no es muy atractivo de leer que digamos. Su peculiar prosa es difícil de leer con fluidez, a mi, particularmente, me cuesta leer algunos libros suyos (otros, no tanto)... Sin embargo, lo que me gusta de él es todo lo que transmite entre líneas y ese pensar tan claro y profundo...

Un montón de besos para las dos.

joseAntonio Bejarano dijo...

Nos colocó en fila y el maravilloso primo de mi padre abrió una enorme cartera de piel.
Mi padre, por aquel entoces, guardia de puerta de la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Sequeros, comenzó a poner orden en aquella media docena de rapaces. Llevábamos esperando dos meses desde que nos había advertido de la llegada de su pariente. Los síntomas se agravaban y había pasado a convertirse en aquella maldita enfermedad que hacía estragos, desde tiempo inmemorial, entre la población infantil. Pero aquella España en grises alumbraba, poco a poco, a cuentagotas, algunas luces de esperanza. El pariente de mi padre, nuestro "tío", extrajo de su maletín de piel todo el instrumental que iba a poner a nuestra disposición. Eramos, sin ser conscientes de ello, unos afortunados que habían sido elegidos por el Destino para arrebatarmos, sobre todo a este otrora pobre críovque esto escribe, siempre tendido en cama, de las garras de aquella cruel enfermedad.
-Desde París, Jacinto -le decía aquel maravilloso doctor a mi padre, mientras encendía una lamparilla con alcohol de quemar y hervía las agujas y jeringuillas- De Paris han enviado por valija diplomática estas seis dosis de vacuna. Ni te puedes figurar los hilos que he debido tocar y los palillos que he debido mover para traer esta vacuna recién descubierta desde el despacho del profesor Pasteur.
-Gracias, primo. Dios te lo pague -escuchaba a mi padre decirle en medio del fragor de aquel alboroto de mis hermanos- pero el
Jose... pobre, no acaba de unas toses y ya está en fiebres, y el médico ya no sabe que más mandarle.
-Bueno, Jacinto, vamos a ver qué tal estos inyectables. A ver si el pobre chico se cura, y los demás se libran...
Mi padre, aquella tarde, franco de servicio, nos pidió que nos bajáramos los pantalones hasta las rodillas. A mi prima (la única mujer) le pidió que se subiera un poco la falda y todos comenzamos a reir viendo la cara de la Mariflor. Pero las risas cesaron de inmediato
cuando nuestro tío, el doctor, llegado de la capital, blandió una jeringa de vidrio, en la que sobresalía una aguja que a mi me pareció gigantesca. Una gota de líquido caía lentamente por la cánula de la aguja mientras yo ponía mi gluteo derecho. Tuve el honor de ser el primero en sentir aquel terrible aguijonazo que me dejó semioparalizado durante el rato eterno que el líquido tardó en entrar en mi organismo. En aquel turno me siguieron mis hermanos el Lorenzo, el Juan, el Manolo y el Emilín. La Mariflor fue la última.
Ya no reíamos, y todos nos masajeábamos con energía el lugar donde habíamos sido aguijoneados.
A punto de finalizar 1958, mi padre se entretuvo en comentar con su primo las noticias que corrían por el mundo. Yo prestaba atención, mientras mis hermanos alborotaban de nuevo aunque me costaba trabajo entender de qué diablos hablaban: Madrid, frente, sputnik, carestía, Franco, Rusia y cosas así.
Al final, nuestro buen "tío" que trabajaba en los laboratorios IBYS y era ex-agregado sanitario en la provincia de Fernando Poo, nos dio unos caramelos Saci traidos de la mismísima "Puertalsol" y unos pequeños consejos a seguir "sin excusas": nada de beber agua de cualquier regajo, o de compartir golosinas con ningún amigo. Y que si mucho aseo, y que si limpieza de manos. Y más...
Ha pasado más de medio siglo y sé, sabemos, que aquel mágico inyectable se convirtió más tarde en un terrón de azúcar impregnado de líquido, que aquel pinchazo nos libró, que arrebató a miles de niños, por fin, del cruel mal, y que la vida se alargaba. Y que ya, por siempre, la Ciencia y la Medicina, habían vencido en otra batalla, la polio. Quiero creer que fue así. Y que así seguirá siendo.

Mª Antonia dijo...

Querida Mar:
Desde luego, después de leerte, pienso ver la peli.
Magnífica disertación ...
Gracias
Besitos.

¿mejor?

Mar Cano Montil dijo...

Mi querido Onubense:

Gracias, mil gracias por este generoso comentario de lujo que bien podría ser un fabuloso relato para publicar (cada vez escribes mejor :) Se me ha puesto la carne de gallina con lo que nos cuentas, pero por fortuna, gracias al destino y a los laboratorios Ibys, aquí estás, uff, jejeje... El niño Jóse tenía mucha guerra que dar, muchos relatos que escribir y muchos países y paisajes que inmortalizar todavía...

Besucos.

Oye, ¡mira qué estaban ricos los saci! :)

Mar Cano Montil dijo...

Hola, Toñita, guapísima:

¡mar adentro te hace la ola :), nos alegramos mucho de verte por estas ciber aguas!

Estoy segura de que la peli te va a gustar, es durilla, pero aporta muchas reflexiones como has visto... y seguro que me he dejado más en el tintero ;)

Bueno, sí, algo mejor estamos, gracias por preguntar, preciosa. Hemos pasado un otoño y un invierno muy duros, entre unas cosas y otras, pero la vida nos otorga un descansillo de nuevo... Aunque mis padres están algo delicados...

Me pasaré a tomarme un ciber té ;) contigo, te lo prometo, mientras tanto te dejo por aquí un montón de abra-besa-zos :))

Luisa dijo...

Hola, Mar.

Interesantísima esta propuesta a la reflexión que nos haces.

Yo he visto la película (lo que se hubieran ahorrado si el señor cocinero se hubiese lavado las manos como es menester…).

A Saramago lo he leído bastante. Sus reflexiones en cuanto al instinto de supervivencia del ser humano son una verdad como un templo. Cualquier cosa que pueda decirse en plenas facultades queda delegada al olvido cuando peligra nuestra vida. Es ahí donde aflora nuestra parte más primitiva. Y, créeme, no tiene nada que ver con lo somos ni con lo que pensamos sin estar expuestos a un supuesto peligro de muerte. El animal se desata en esos momentos tan críticos y nos volvemos verdaderos depredadores por sobrevivir. Es un mecanismo (totalmente fatuo y degradante) de defensa que haría avergonzarse al más pintado. Por suerte hay algunos humanos que no son presas absolutas de él. Demos gracias. Son los llamados héroes. Creo que todo radica en una sustancia que segregamos.

Un beso muy fuerte, requeteguapa. Dale mimitos a Mike y a Phany.

Mar Cano Montil dijo...

Ayy, mi Luisilla :)

Eres como un ciber-angelito recién caído del r-cielonauta... Hoy me he levantado muy depre y además llevo unos días muy decaída con el blog y mi escritura... No sé, Luisa, tú sabes que a los que nos gusta este oficio nos dejamos un cachito de nuestra alma en cada texto, cuento, relato, etc. Tengo la sensación de que últimamente a mis seguidores les importa un bledo lo que escribo... Y por favor, que nadie se moleste, no me refiero a mis Navegantes de lujo, no; los amigos de verdad de mar adentro están aquí haya o no temporal, no piden nada a cambio, simplemente me dan su generosidad a cambio de un pedacito de mis letras y cuarto y mitad de mi imaginación...

Me gusta la blogosfera, no bloguilandia o el puro intercambio mercantilista de comentarios...

Luisa, te lo digo con mi corazón de letras en la mano, te tengo un cariño enorme y me gustaría darte un día un gran abrazo, estoy convencida de que eres una tía de puta madre (perdón por el taco, me ha salido del alma, jejeje :)) Compartimos muchas afinidades, sobre todo el amor a los animales y eso te hace aún más entrañable... Pero sobre todo, gracias a tu comentario mágico, HE DECIDIDO SEGUIR BREGANDO ESTAS AGUAS, CREO QUE MERECE LA PENA... Cerrar el blog en ningún caso es la solución, un espacio que he creado con tanto AMOR durante tres largos años... el barco no tiene la culpa de que su capitán zozobre, ¿no crees?

GRACIAS, QUERIDA LUISA, por tu lectura, por compartir, por tu aportación... Te dejo por aquí muchos cariñitos, de los de verdad, no cibernéticos ;))

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PENSAR... MAR ADENTRO.

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«La mente intuitiva es un don sagrado del que la mente racional es su fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que honra el sirviente y ha olvidado su don» © Albert Einstein. Imagen: Faro de Suances (Cantabria) © Mar Solana.

CUADERNO DE BITÁCORA: "DIARIO DE NAVEGACIÓN" ...


Hace medio siglo ya me gustaba llevar lectura al campo ☺️

Soy la niña que asoma por la esquinita de la ventana, la primera por la izquierda... 😃 GRACIAS, MÓNICA...

NAVIDAD BLOGUERA 2020-2021

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ME GUSTARÍA SER DUEÑA DE UN INGENTE TESORO...

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... EL TIEMPO DESGRANADO Y SIN PRESTEZAS PARA ESCRIBIR, ESCRIBIR, SÓLO ESCRIBIR...

«Escribir es un autobús que te conduce a la calle Catarsis, con muchas paradas, pero directo».

«Escribir es un autobús que te conduce a la calle Catarsis, con muchas paradas, pero directo».
¿Y leer? Me apasiona devorar libros. Es como visitar el hogar espiritual de mis escritores favoritos y paladear un delicioso vino de su mejor cosecha de Letras... Un buen libro es como una liana, te ayuda a desplazarte por la inmensa selva de tu imaginación... Leer también me facilita la tupida tarea de ir desbrozando esa maleza que se enreda entre la escasez de ideas y la falta de inspiración... ¡Nunca dejes de leer!

SABIA MAFALDA...

¿Te apetece entrar en mi Cuaderno de Bitácora?

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GIRASOL...

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JOSÉ SARAMAGO: 16 de noviembre de 1922 - 18 de junio de 2010... ¡HASTA SIEMPRE MAGO DE LAS LETRAS!

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"La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva. Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran." Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar, necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que, sin ideas, no vamos a ninguna parte...

EL BESO QUE TE ADIVINA ...

EL BESO QUE TE ADIVINA ...
... es la luz que te conduce a sacar de tí lo mejor, a crecer en la mirada de quien verdaderamente te ama. El verdadero amor te quiere libre y como ser expansivo. Nunca admite murallas para el alma que respira... Es descubrir tu segunda piel, la que te eleva a la capacidad de ser decididamente afectivo, humedeciendo con licor de alegría los desiertos emocionales ... CARLOS VILLARRUBIA.

VIVIMOS SIEMPRE JUNTOS...

Llenamos el caldero
de risas y salero,
con trajes de caricias

rellenamos el ropero.

Hicimos el aliño

de sueños y de niños,
pintamos en el cielo
la bandera del cariño.

Las cosas se complican,
si el afecto se limita
a los momentos de pasión...

Subimos la montaña

de riñas y batallas,
vencimos al orgullo
sopesando las palabras.

Pasamos por los puentes

de celos y de historias,
prohibimos a la mente
confundirse con memorias.

Nadamos por las olas
de la inercia y la rutina,
con la ayuda del amor.

Vivimos siempre juntos, y moriremos juntos,
allá donde vayamos seguirán nuestros asuntos.
No te sueltes la mano que el viaje es infinito,
y yo cuido que el viento no despeine tu flequillo,
y llegará el momento
que las almas
se confundan en un mismo corazón...
(Letra y música: Nacho Cano)

ESTA SEMANA, TE RECOMIENDO... COGE UNA DE MIS CARACOLAS Y PPPSSSHHH... ESCUCHA...

Blade Runner ¡Forever!