«Mi cuaderno de impresiones, cuentos, relatos, poemas, reflexiones y otras historias».
Lo veía pasar todas las
mañanas. Fresco, como la esperanza de una promesa por cumplir; con ese aroma a
premura que lo hacía aún más deseable. Cuanto más ligero y evanescente, más lo
amaba. Un inquilino molesto y ruidoso, que poblaba su mente a todas horas y se
enmarañaba en su imaginación igual que la hiedra salvaje… Jamás se saciaba de
él.
Las tardes,
salvo aquellos breves lapsos en los que era consciente de su compañía, parecían
vaporosas ensoñaciones que aumentaban su avidez al estilo del tempo de una
melodía: adagios y clímax. Y las noches… lo peor del día; apenas podía rozarlo,
susurrarle que ansiaba más, que no la abandonara. Pero sus caricias se
escapaban con la rapidez de un relámpago. Se parecía al ímprobo intento de llenar de
agua un cesto de mimbre o de retener un puñado de arena entre sus dedos…
Se había
convertido en una verdadera obsesión: el tiempo, su amante más codiciado, era
una hoguera en la que se quemaba, despacio y sin vuelta atrás.
© Mar Solana
8 comentarios:
¡Excelente, Mar! Un relato tan puro en belleza como en un interminable, cambiante y siempre querido a pesar de su desdén, fondo sobre un apasionado y lento amor. Lo queremos pero es tan despectivo en nuestra soledad.... Siempre incumple lo prometido y se altera de un instante a otro con la imprudencia de las hazañas de un niño mimado. Se sabe necesario e imprescindible pero juega con la supuesta lentitud o longitud exagerada en función de aquello que deseamos. No, no trataremos de luchar contra ti, es batalla perdida, pero demuestra tu sapiencia concediendo deseos imperecederos para quienes los sienten...
Un cariñoso abrazo, querida amiga Mar.
para mi el tiempo es un tirano...
al fin siempre se sale con la suya...testimonio concreto
que nada es para siempre...que todo se desmadeja entre las manos...
que a veces uno ni cuenta se da...nunca es bastante para vivir lo que se anhela
menos en la profundidad imaginada o sentida...se vuelve contra uno mismo
y te señala lo infimo que eres al fin y lo real es todas las marcas
que te va dejando de regalo en las partes de tu ser que mas has expuesto...
o que mas has trabajdo...hasta convertirnos en ese polvo ...de allá mismo donde nos sacó...
gracias por todas tus huellas Mar
que el tiempo no se las lleva...al fin lo que vale la pena queda marcado en el corazón...
Hermoso cuento inspirado en el adagio "tempus fugit"
El tiempo nos reta y a veces se esconde dentro de uno mismo...Se queda dormido como un niño, cuando nos paramos a reflexionar o a disfrutar de ese instante, que parece eterno...Pero, cuando nos ponemos en movimiento, corremos y no llegamos donde vamos,el tiempo se despierta y nos provoca, se ríe de nosotros y nos mira de frente...Quizá realmente somos tiempo, el tiempo que nos queda, como dice Caballero Bonald...Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu profundidad y buen hacer, Mar.
M.Jesús
Querido Antonio:
Es cierto que cuando llegamos a una edad en la que todo parece ir más deprisa, el Tiempo es como un amante descarado al que un día amamos y al otro lo detestamos con todas nuestras fuerzas. Un amor imposible, vaya; la eterna dualidad que no encuentra el punto de equilibrio. El primer oficial de la Vida, el Tiempo, parece conceder pocas treguas...
Otro abrazo muy cariñoso para ti, Antonio.
Sí, Meulen, un verdadero tirano, que te voltea como le da la gana... Es muy difícil encontrar a veces el sentido a todo esto, intento imaginarme cada vida como si fuera un día especial en el Cole, con recreo incluido, en el que por supuesto también podemos disfrutar aprendiendo. Al fin y al cabo, si la Vida no tuviera este sentido, el Tiempo tampoco lo tendría.
Un abrazo Grande para tu corazón aún más Grande :) Cuídate ese resfriado, Chilena...
Hola, Juan Manuel: me encanta tenerte a bordo de este bergantín. Aprovechemos el día porque el tiempo se escurre de nuestras almas como una sibilina serpiente... Un fuerte abrazo.
Mi querida Mª Jesús: nadie como tú para entender lo más profundo de estos "límites" con los que nos cerca el Tiempo. Qué descripción en prosa más bonita nos has hecho, GRACIAS!! He buscado sobre Caballero Bonald porque no lo conocía, me encuentro con la sorpresa de que nació un 11 de noviembre ;) Intentaré leer alguno de sus poemas, ¿me recomiendas alguno en especial, amiga?
Un beso súper Grande, Manchega de lujo :)
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