EN EL CORAZÓN
Se daba los últimos retoques delante del espejo, lista para poner morritos y ojitos al chico-monumento con el que había quedado. Un pegote de rímel salió disparado del cepillito, apareció una mueca de disgusto en su infantil rostro al escuchar el grito de su madre desde el otro extremo de la casa:
─ ¡Mireya, ve colocando el belén con tu hermano, encima de la mesa están las cajas con todas las figuritas!
─ ¿Pero tiene qué ser precisamente ahora? ¡Mierda!,
¡todos los años el mismo rollo!─ masculló entre dientes.
Su hermano Oscar, de dos años, iba dando brinquitos de satisfacción por el pasillo: “Miella, Miella… pone nene sus con nene… Miella…”, y al verle trotar con aquella alegría comprendió que no tenía escapatoria. Le cogió de la mano mientras con la otra se quitaba algunos restos de carmín como si con ello pretendiera borrar también todos los sueños de aquella tarde. Oscar lo celebraba con risotadas que dejaban escapar su baba por las comisuras con restos del chocolate de la merienda. Revolvía entre las cajas y emitía grititos de placer cada vez que encontraba algo colorido y brillante. Mireya iba separando con manos perezosas todos los accesorios y figuritas. Dispuso en el centro, alrededor del musgo y de las pequeñas piedras de río, el trocito de establo que hacía de portal. Oscar palmoteaba y gemía de impaciencia: “Miella, ten a nene sus…”. Con un fulgor especial en sus ojillos, Oscar le entregó al Niño Jesús, que yacía en su pesebre de madera y pajitas en actitud de gran abrazo y apertura al mundo. Mireya le observaba embelesada cuando, de pronto, todo a su alrededor se oscureció. Sintió como un viento gélido rozaba sus mejillas y aturdida se dio cuenta de que en sus brazos tenía ahora un pesebre de verdad, tamaño natural, con un precioso bebé de intensos ojos azules que le miraba con dulzura.
─ ¡Jovencita! ¿Es qué quieres llevarte a nuestro hijo? ─le inquirió un señor con abundante barba morena y un recio cayado.
─ ¡Oh… yo no…! ─Mireya, todavía confundida, dejó el pesebre cerca de la serena Virgen que resplandecía nimbada por una luz especial. Extasiada con la calidez de su plácido manto azul le preguntó: ─Pero… ¿estoy soñando que estoy en el aburrido portal de Belén… o está pasando de verdad?
─Querida Mireya, pasa de verdad cada año…, cuando volvéis a encontrar aquella ilusión desterrada en la mirada de los más pequeños… Entonces el Niño Jesús y el Sol nacen cada solsticio en vuestros corazones… y en algunos permanece como una llama inspiradora de
Amor ─le contestó la Virgen sin dejar de acunar el pesebre con tanta delicadeza y ternura que algo súbito le llevó a comprender, sin necesidad de palabras, por qué se decía que la Virgen era la Madre de todos.
Había odiado durante años la Navidad, ese enervado sentimiento de fiesta diaria, la sonrisa fingida de la tía Pili y las insoportables bromas del tío Paco el día de Nochebuena… Y eso acababa de cambiar para siempre; miró hacia delante y allí estaba su madre, otra vez en la sala de estar, partiendo una tableta de turrón de chocolate mientras Oscar le tiraba con insistencia de su tibia bata azul. Corrió a abrazarles, lo deseaba más que nunca.
Villalba 1 de diciembre de 2009
(*) Esta es mi contribución a los "Sábados Literarios de Mercedes". Este mes conduce el bus bloggero-navideño la propia creadora de esta divertida idea: Mercedes Martín Alfaya. Puedes leer más Cuentos de Navidad buscando los enlaces de los viajeros en su BLOG: PASEOS POR EL ALAMBRE.
26 comentarios:
Mar Adentro...muy bonito lo de encontrarse en el belén de verdad, pero...a veces creo que Herodes se quedó corto, pobre chica con su rimel rorrido y el hermanito "pon al nene sus..." Habrá que volverse nene y acordarse de entonces, para creer en el señor barbudo, en la cunita de paja y la estrella en el cielo. Ayyy, me acuerdo, siempre ponía un río con papel de plata.
Gracias por evocarme aquello, !saves y besito!
A mi me gustaba la navidad siendo niña. Me divertía montando el belén, buscando acebo y musgo, decorando un papel con estrellas... Tenía a mi familia tal como la conocí y no entendía que a mi madre no le gustase. Todo estaba tan bonito con las luces de colores y los brillos...
Ahora la madre soy yo y tampoco me gusta. Siendo pequeños disfrutaba viéndolos. Los críos lo viven todo con intensidad; pero en cuanto se va la inocencia...
Me alegra verte de vuelta, Mar
Un abrazo
Mar,
A mi me ha parecido muy tierno tu cuento.
Este tipo de cuentos nos gustan a los que creemos en la magia de la Navidad.
No comparto con Natalia la idea de que Herodes se quedó corto.Los niños son lo más sano y puro de este mundo. Sin niños la Navidad no tendría ningun sentido.
Besitos
Cortito,entrañable y con un mensaje claro: devolver la ilusión,que nos falta.. Para ello,quién mejor que el mismo Niño Jesús para dárnosla..?
Mirella somos cada un@ de nosotr@s,que andamos cansados de preparativos,luces y jolgorios..
Es el momento de sacar al niñ@ del corazón y sentir su ilusión.. Su magia nos contagiará como nos ha contagiado la sencillez y grandeza de tu cuento,Mar.
Mi felicitación por ese mensaje de ilusión-amor de la Navidad.
Mi abrazo siempre,amiga.
M.Jesús
Este viaje es muy educativo para mí, me crié en el campo en Argentina y de pequeña Navidad era un día que se juntaba la familia a comer cosas raras, no sabía de que Papá Noel venía el 24, mis padres solo podían comprarnos un presente para Reyes, a veces los Reyes solo traían caramelos. Con el tiempo mejoraron las cosas pero nunca pude encontrar ese espíritu de Navidad que tienen Uds. Un abrazo
El espíritu navideño ha inundado tus palabras en este cuento, donde la alucinación de la protagonista le devuelve al instante en que se produjo en nacimiento de Jesus. El final implica volver a la ilusión y para eso hay que hacerse un poco niños. Si no regresamos es difídil sentir este sentimiento.
Muy bonito este cuento de esperanza.
Besos dulce Mar
Hola!!! Aquí estoy disfrutando de tu historia. Has rescatado la esencia de la navidad y por lo que puede gustarnos aun adultos, porque en realidad la que lo disfrutan de verdad son los niños.
Por eso, encontrarnos con los ojos de un niño o alguien que está solo a quien podemos dar un poco de afecto, revive el significado del pesebre.
un abrazo.
Qué bien tenerte otra vez entre nosotros, y como siempre con una historia llena de ternura y sensibilidad.
Espero que estés recuperada del todo.
Un abrazo, amiga.
am0 tant0 la navidad c0m0 el hech0 de que me den una patada..
n0 me gustan
per0 una vez dich0 est0...
mar, la navidad que me has dibujad0 en ...ese niñ0 de d0s añ0s...ayyy
p0r esa situaci0n cambiaria t0d0 mi n0 amar las navidades
preci0s0000
me has hech0 tuy0 en esa parte del relat0
medi0 bes0
Me entristece la Navidad, pero al mismo tiempo es una excusa para volver a casa y comer turrón...
Nunca pusimos belén pero si un abeto enoooorrrme, con montones de guirnaldas y esas cosas.
Recuerdo que un año me comí una bolita de esas (que creía que era de chocolate) y me llevaron al hospital y me dieron 3 puntos en la boca. Desde entonces las compraron de plástico y perdió mucha magia :=)Eso por golosa...
Besos, Mar.
Un lindo relato navideño.
Jejeje, ¡Jovencita! ¿Es qué quieres llevarte a nuestro hijo?
Me ha sorprendido la idea de convertirlo en algo vivo y actual.
Un abrazo desde otros mares, los de Extremadura.
Ese realismo mágico que subyace en toda navidad ha envuelto el corazón de la niña y, a su vez, el relato. Un buen regalo.
Bikiños
Hola tocaya, por eso debería haber siempre un niño en casa porque con sus ojos lo vemos todo con ilusión renovada.
Todavía mi hijo pequeño suele jugar con el belén, en él pone sus muñecos, sus animales y hasta una escavadora con la que mueve las piedrecitas que ponemos en el camino, realmente mi belén es muy original porque se mezclan los pastores con sus airgam boys, pero a mi me encanta mirarle mientras se inventa historias
Un beso de Mar
Me gustaba la navidad de niño,
luego un poco menos, luego menos,
luego más por mis hijos y ahora...
ahora ya casi nada.
Pero algo tiene su espírirtu,
cuando paraba guerras
y me invade la nostalgia,
cuando acaba.
Un saludo.
Simplemente es un magnifico cuento. Comienzas con unas naderías de la niña con el rimel, pasas por todos los tópicos( no manidos) de la Navidad y el Belén, paro terminar con la aparición real de los protagonistas del Misterio. Magia de la buena y estilo del bueno.
Te felicito. Presiento que tu eres una brujua como yo.
Adiós "Charví".
A ver, que no sé dónde te he mandado el mail... El cuento de navidad está en el enlace, tienes que pinchar en él enlace que te lleva aquí:
http://xqsabes.spaces.live.com/blog/cns!202B4EDE27472E09!14145.entry#comment
Una abrazo y gracias por las explicaciones
Me gustan los cuentos con magia, y éste la tiene, la magia de recuperar la ilusión perdida.
Niños o adultos, que más dá, la magia de estos días no tiene edad.
Es cierto que influyen las situaciones personales hasta el punto de odiar la Navidad, pero es algo puntual y tan pasajero como ese sueño imaginario de Mireya.
Buen relato, con giros interesantes, pesadilla incluida.
Abrazos
Querida Mar:
Acabo de ver ahora mismo tus dos últimas publicaciones. Pasaba con frecuencia por tu blog pero no veía ninguna actualización y pensando en que no estabas bien, no me parecía extraño. Ahora veo que has publicado después de mi última visita dos entradas.
Son las 2,49h de la madrugada, por tanto, dejo pendiente mi comentario sobre este post hasta mañana que pueda hacerlo con más calma.
He sabido que estabas activa por tu comentario en la oración del Domingo.
Hasta mañana, un beso.
Brillante amiga!!!
Loleeré al aire, en tu nombre sin duda. Con el mismo cariño que la vez anterior.
Me siento orgullosa de ti!!
mi abrazo en esta víspera navideña.
Querida Mar:
Tu cuento, aparte de de ofrecernos una realidad pragmática de lo que sucede hoy entre una gran mayoría de jóvenes y parte en general de la sociedad, es de una enorme belleza y sensibilidad hacia el verdadero sentido de la Navidad.
Hoy, un gran número de nuestros políticos están haciendo lo indecible por que este espíritu muera o desaparezca, pero no podrán. Ya lo intentaron otros, seguramente más valorados y con un ímpetu más beligerante, pero no lo consiguieron y llevan más de 2.000 años de inútiles intentos.
Vale como cuento por sus grandes méritos literarios y más aún por su fondo reparador del desprecio al que intenta ser sometida la Navidad.
Espero que te vayas encontrando mejor de tus dolencias.
Un beso afectuoso.
PROFE. DISCULPAMEEEE, he pasado por tu blog a leerte tanto el precioso cuento que nos regalas en la publicación más reciente como otras antiguas en estos días, pero no he dejado ningún comentario, perdona, pero ten por seguro que vendría a dejarte mi comentario, creo que desde que te encontré no ha faltado mi comentario en ninguna de tus publicaciones.
No digas tonterías profe, pero como podría no gustarnos si todo lo que escribes es enganchador, maravilloso, bello y grandioso, siempre me transportas a las situaciones que redactas… sabes jajajaja en casa de mi abuela tengo 7 años colocando yo sola el nacimiento, en una única ocasión me ayudo un ex novio, pero ya es costumbre que yo ponga el nacimiento y lo hago feliz, y más como tú lo dices en tu historia, cuando tengo en mis manos el pesebre ñ.ñ. lo único que no hago es colocar el niño Jesús, eso le toca a mi hermana menor, porque es la más peque.
Hay profe es tanto lo que quiero decirteee, que creo que me contendré, antes que nada, quiero preguntarte algo, antes te había preguntado si tenias msn, y dijiste que no mm ahora te pregunto ¿si tienes algún mail? en donde dejarte uno que otro recado extra largo, porque por aquí me da pena, te prometo solo mandarte mensaje por mail, cuando lo que tenga que decirte sea extremadamente largo, no más. Pero hay es tanto lo que te quiero decir y es tan grande las ganas de darte un mega beso y un mega abrazo en persona por todo lo que has dejado en mi blog que no sé por dónde empezar. Has hecho que mis ojos se pusieran cristalinos y brillosos, ¡¡hay profe!! tu eres un amoooooooor enserio que GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS
Por supuesto que conozco el grupo Maná, y desde luego se que son Mexicanos, ¡¡¿quién en México no conoce a Maná?!!, jajajaja, recuerdo claramente la canción de Bendita tu luz cuando recién salió, no la paraba de cantar a todo pulmón, y ve la gran sorpresa que me has dado, me la has dedicado a mí, tuve que revisar si estaba en mi blog y no me había equivocado y estaba leyendo un comentario de otro blog, no me la creía, y cuando la escuche no inventes lloro, pocas personas me han dedicado una canción tan preciosa como la que me has dedicado y que digo una dos todavía, mis ojos reflejaban una gran sorpresa, no creo ser una bendición, solo soy una especie rara, bendición en la que tú te has convertido para mí profe.
Me he liado (como dices jajjajaja) un poco en lo de la imagen, soy algo bruta y boba para eso, y de la emoción no sabía ni que poner, si tenía que poner tus letras debajo o solo la imagen, lo cierto es que me ha encantado y con el mismo cariño que me la obsequias la pongo en mi blog, están divinos los conejitos y todo lo que has dejado en mi blog.
¿sabes qué hora es en México? ñ.ñ Acaban de dar las 5 de la mañana y no he dormido nada y no tengo sueño, ando viendo una película y todavía falta. vaya que tu si tenias insomnio jajajaj hay no ya complete una hoja y todavía falta mucho que decirte pero pss mejor paro aquí que todos se han de preguntar porque escribe tanto esta niña rara.
GRACIAS INMENSAS PROFE, por cierto me has dicho t.k.m ¿sabes qué significa? Que tampoco me la creía jajaja, fue un enorme regalo lo que me has hecho profe, y no tengo como agradecerte, me quedo corta con lo que te pueda decir, eres una gran persona y siempre lo diré, llenas de dicha la vida de las personas como lo has hecho con la mía.
GRACIAS, cuídate y reposa todavía, para que sigas mejorando por cierto no tienes porque disculparte profe.
t.k.m ñ.ñ :D
- Mejor siempre estar asì, aquì quieto, algo plantado, el tiempo que haga falta, hasta que a mì me diga la imagen de este santo algo..
- Pues a mì tambièn la Virgen, me sonrìe.
- Esto, serà si a Nuestra Señora le apetece.
- No, señor. ¡Eso serà solo, si yo primero, lo he buscado! Mira..
Un saludo,
Tèsalo
Oye, muy original. Te imaginas que las figuras se transformaran en reales, seria genial.Bueno, yo creo que el espíritu de la navidad lo puede todo y ¿por qué no? puede volver a suceder.
Un abrazo
Hola, guapa. Siempre leo todos los relatos de los sábados literarios, aunque no me da tiempo a dejar comentarios en todos.
Desde luego que leí el tuyo y pensé, vaya, otra niña que ha participado del milagro de la navidad. ¿Se lo contará a Oscar? O dejará que él lo descubra algún día, cuando esté preparado para ello?...
Tu cuento ha sido como un parpadeo luminoso que cruzó el horizonte un instante.
Precioso.
Besos de oriente.
Publicar un comentario
¡POR FAVOR, NAVEGANTE DE "MAR ADENTRO",
NO TE VAYAS SIN DEJAR TU TINTA
EN ESTE HUMILDE TIMÓN,
AL ALBUR DEL BARLOVENTO!