El domingo pasado
me dejé cautivar por la peli «El diario
de Noah». No pude resistirme y, pese
a que me levanto muy temprano, me quedé hasta el final con varios clínex
empapados y desperdigados por la mesita. Y es que hay sacrificios que bien
merecen las ojeras del día siguiente…
«El
diario de Noah» es el título con el que se presentó la película en España. En
realidad se llama «The Notebook» y la
estrenó en el año 2004 el director norteamericano Nick Cassavetes. Inspirada en la
novela homónima de Nicholas Sparks publicada
en 1996, «El diario de Noah» es un drama romántico, una preciosa historia de
amor de regusto agridulce; una tensa pasión tejida a tibias puntadas en la biografía de una pareja que
te atrapa desde su más tierna adolescencia. Créeme, no te dejará indiferente.
El autor de la novela, Nicholas Sparks, se inspiró en los abuelos de su esposa;
trató de llevar a las letras el amor entre estas dos personas con más de sesenta años de matrimonio a cuestas, ¡ahí es na!
En
el tiempo que nos ha tocado vivir y que me gusta llamar «menterialista» (una
suma entre «mente» y «materialista»;)), hay muchas personas que rechazan las
novelas o películas de este género, aludiendo a que su fácil sensiblería solo
cautiva a románticos superficiales y demodé. Gente bonachona que, en realidad,
no sabe profundizar en otros aspectos de la existencia.
Y
es cierto que hay pelis y novelas así, doy fe. Con algunas casi te rechinan los
dientes igual que si te metes una cucharada de azúcar en la boca. Pero «El diario de Noah» tiene algo especial, una mágica y sutil sintonía con tu propia
vida. O quizás sea la conexión que uno intuye al sentir el verdadero amor, ese
que se da sin condiciones y que resulta tan escaso, extraordinario e inaudito en
la existencia humana.
La vida me ha obsequiado con un doble regalo: me he
criado con un amor semejante entre mis padres, además del que ahora disfruto
con mi pareja, fruto de una historia muy parecida a la que vivieron Noah Calhoun y Allie
Nelson, los protagonistas de la película.
Y quizás fue esta semilla la que inspiró el fruto
de un microrrelato que escribí hace dos años: «La luz de un recuerdo», cuando ni siquiera conocía la película, aunque tenía idea de la existencia de la novela. Mi micro habla de ese amor que, incluso, es capaz de noquear al ciclópeo
monstruo del Alzheimer; muy parecido al de Noah
y Allie. Ahora entenderéis el por
qué de tanto clínex mojado sobre la mesita del salón.
Pero aquí no acaba eso de «fueron felices y comieron…»,
no. Para una servidora llorona, que además no cree en los hechos fortuitos, esta peli fue una verdadera
señal. Al día siguiente me comunicaban la grata noticia de que me habían publicado «La luz de un
recuerdo», junto con una carta de amor de la época nazi:«Sarah», en una entrañable
antología de las obras mejor valoradas por los usuarios de la Web «mundopalabras» ¿Fue -o no fue- algo premonitorio ver hasta el final, pese al sueño, esta inolvidable película?
El libro se llama: «El libro del Top Mes. Relatos,
Microrrelatos y Poesías.» y si estás interesado lo puedes adquirir AQUÍ a un precio estupendo.
En el video musical que recomiendo para esta semana, he
insertado una de mis canciones preferidas de la BSO de esta película. Se titula “Everytime we touch” (algo así como «siempre
que nos tocamos…») y es de una banda germana que se llama Cascada. Espero que la
disfrutéis sin el moco tendido como yo ;))
Aprovecho esta incursión mar adentro, antes de meternos
de lleno en noviembre, para pedir mil disculpas a mis Navegantes por el
abandono al que tengo sometido este bergantín virtual. Varios proyectos
literarios y laborales me han secuestrado el minutero: me piden concluirlos
hasta el final si quiero asomar de nuevo mi cabecilla
por las aguas de letras de este mar. Os prometo que entonces publicaré una entrada
dedicada al amor de mis padres, el que se profesan desde que se dieron el «sí
quiero» hace ya la friolera de cincuenta y cuatro años. Uf... Te quiero en mi vida, siempre.
Y a vosotros también, Navegantes…
© Mar Solana.
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13 comentarios:
Mi querida Mar, como tú bien dices, no hay nada casual y esa película era un verdadero presagio...Me alegro mucho que te hayan publicado "La luz de un recuerdo" y Sara en una antología.Cuando escribimos con amor el universo toma nota y nos devuelve con creces todo lo que hemos dado.Mi felicitación más sincera por tus frutos y tu alegría.Ello, nos anima a todos a seguir dando lo mejor, porque nada es casual y todo lo que damos vuelve...Mi abrazo inmenso y trataremos de hacernos con el libro.
Feliz fin de semana con los tuyos, amiga.
M.Jesús
Hola Mar
me quede un tanto reflexiva por decirlo de algún modo con tu decir
y sentir sobretodo respecto a esa película que relata la experiencia de vida
de personas jugadas primero consigo mismas y después con los demás y de ahí seguro se hace fuerza tomar la mano del otro
y poder caminar con todo lo que aquello significa de lo bueno, lo malo o lofeo
sin dar pie atrás porque hay una fuerza mucho más poderosa que nos une
y se fortalece en ese diario vivir...
cuando aquello es vivenciado en la vida personal
seguro que toma todo un gran sentido y fortaleza
por todo lo que somos
por todo lo que ponemos en esa empresa de mantenernos ahi...
diametralmente diferente es lo otro
que ni vale la pena hacer referencia
mas bien valorar dicha mirada de vida y sobretodo
valorar a los que creen y luchan a diario
por mantener esa fe ...
te dejo un gran abrazo
Hola, Mar.
Mi enhorabuena por ese relato y su publicación. No me cabe la menor duda de que es excelente. Poco a poco tus letras se expanden, querida Mar. ;)
No he visto la peli, pero la tengo pendiente. Reconozco que no soy muy romántica, pero sí me gusta escribir sobre el amor y el desamor. Tal vez más de esto último y de sus consecuencias para la salud. ;)
Me maravillan gratamente las personas que se aman durante años y años. Para mí es un triunfo en la vida.
Un requetebeso, guapísima. Achuchones a tus grumetillos y a seguir amando, que el amor es un tesoro.
Me encanta que te quedaras, yo también la estaba viendo, no por primera vez, pero me atrapa esa peli cada vez que la pasan,(me gusta el azúcar, soy una golosa de las pasiones edulcoradas y de todos los sabores en general) y me encanta que estés liada con proyectos y escribiendo a destajo...¡dale sin tregua! el palabro, ese palabro... ("menterialista") me lo quedo con permiso ;)
Un abrazo guapa
Hola, Mª Jesús:
Me complace y me hace muy feliz que te alegres, amiga mía :) Las letras, un fuerte nexo de unión que nos permite (al menos intentarlo) dar lo mejor que uno lleva dentro, muy 'mar adentro' ;)
Gracias por tu interés, amiga. Me hace particularmente feliz que dos relatos a los que tengo tanto cariño (por todo lo que significan para mí) estén en una antología en papel, es un verdadero lujo.
Feliz finde también para ti. Un beso enOOOrme.
Hola, Meulen:
Si aún no has visto esta peli, te la recomiendo, te va a gustar.
Sí, querida chilena, el amor con mayúsculas en un bien que escasea. Ojalá fuera al contrario, pero es algo difícil para nosotros, los seres humanos más adictos a pelearnos o a llevar la razón que a darnos abrazos, aceptarnos y amarnos tal cual somos.
Cuando veo alguna película con esta frescura, que hablan de este amor puro y sin condiciones, aunque el camino esté plagado de obstáculos, no puedo dejar de sentir complacencia y admiración por todo lo que comunica.
Un fuerte abrazo, amiga.
Hola, Luisa:
¡Muchas gracias, querida compi!! Sí, Luisa; vamos dejando nuestros frutos, poco a poco, en este ancho y vasto mar de la Literatura. Tú ya tienes un hijito muy guapetón nadando henchido y orgulloso :)) Ya verás como llega a muuuchos puertos.
El desamor también es parte esencial de las vivencias humanas, pero lo que no me cabe duda, amiga, es que tú sabes escribir de maravilla sobre ambos: amor y desamor ;)
Sí, Luisa, el amor que no tiene intereses, desprovisto de todo egoísmo, es un verdadero tesoro. Y creo que las personas que pasan tantos años juntas son verdaderas almas gemelas, aunque se hayan peleado la mitad del tiempo ;D jejeje...
Un súper beso, guapetona. Y miles de achuchoncitos para tus peludos.
Hola, Beth:
Sí, jejeje... Fíjate que pensé en ti y eso que no te conozco aún ;). Me dije: "Uhm, seguro que Beth la está viendo también" ;))"
Bueno, yo sí me considero romántica, Beth, hasta las trancas y no me duele prenda decirlo. Pero hay un límite para todo y existen algunas pelis, novelas, incluso, música, que están (bajo mi humilde opinión) muy edulcoradas y lo que debería estar en su sitio se exacerba de una manera muy artificial; entonces pierden todo su poder para mover los sentimientos, al menos lo míos.
Te doy permiso para que te lleves "menterialista", ahora ya es vuestro :) jejeje.
Besotes, preciosa.
Mar, siempre es muy agradable encontrar a una mujer que anteponga lo que denomino aspectos fílmicos a los cinematográficos, lo sentido por el espectador desde lo que cuenta el realizador. A esto le llamo siempre saber ver cine, no mirarlo.
Muchas felicidades por la edición de tu nuevo libro y la coincidencia de poder sustituir los kleenex usados por bellas páginas escritas por ti. ¡ENHORABUENA!
Acabo de enlazarte en mi blog. Podré leerte con la prontitud que me facilite el tiempo siempre que lo abra. Igualmente he empezado a leer tus otras publicaciones. Con el tiempo, estaré mucho más sano que ahora. Gracias por conocerte.
Un gran saludo, Mar.
¡Hola, Antonio!
Eres muy bienvenido mar adentro. Mi bitácora se pone muy feliz con gente como tú: sensible, inteligente y generosa ;)
No te creas, Antonio, últimamente los clínex son unos buenos compis que no se separan de mí, jejeje...
Gracias a ti, yo también me alegro de haberte encontrado en tan buen puerto de palabras :)
Un abrazo.
El problema, querida Mar, es que cada vez va quedando menos gente "bonachona" En mi opinión, quien es sensible, lo es para todos los aspectos de la vida y, no tiene que dar miedo, llorar, creo que es una de las cosas más sanas que se pueden hacer en la vida, ya sea por alegría, ya sea por tristeza. Decía mi padre en su libro "Pensamientos y divagaciones":
"Llora, llora sin miedo, las lágrimas están hechas de la esencia más noble de nuestro ser"
y yo, recordando este pensamiento, escribí este haihu:
"Zumo del alma
transparente y con sal
es cada lágrima"
Me encantó verte por mi blog, que como te dije en mi comentario, lo tengo bastante abandonado.
Un beso.
Mi querido Terly:
¡Qué lujo de comentario! Con aportaciones de tu entrañable padre y tuyas propias. Oye, ¿tú no me decías que tus musas andaban de vacatas? jejeje... Creo que ya volvieron... A ver si te animas, ¿eh?
Sí, Terly, lo de "bonachón" es una especie en extinción, como el orangután de Sumatra; lo mismo tendrían que criarse en cautividad ;)
Ese zumo saladito alivia mucho, Terly.
Un beso grande, grande, mi querido poeta. Ya sabes donde encontrarme :)
HOLA MAR
volviendo a leerte me hace sentido el pensamiento del ser correspondido con toda veracidad
primero por lo que es uno como persona y lo que en ello involucra
lo que es como persona tal...
pero que hay de lo contrario?
da pena ver que es de lo que mas se ve en este tiempo
y pasa sin apenas uno quizás esperarlo
menos imaginárselo, pues muchas establecemos una relación
basada en esos principios
pero que luego a la vuelta d ela esquina se te pueden volver
un agudo estilete....y surge todo un remirar en ello
y se aposa la desconfianza el descreer y tanto mas!
por eso que muchas optamos a su vez por decir al fin
mejor sola que mal acompañada.
besos amiga
estés bien
y gracias por dejar tus huellas!
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AL ALBUR DEL BARLOVENTO!