"Mi cuaderno de impresiones, cuentos, relatos, poemas, reflexiones y otras historias".
No
creo en la amistad; bueno, no al menos como creían los «románticos», los
coetáneos de Lord Byron. Hombres y mujeres capaces de morir o sacrificarse por
el amor sincero profesado a otra alma. Se entregaba el corazón, la “víscera”
entera, sin esperar nada a cambio. Solo importaba lo que salía sin vía de
regreso o acuse de recibo, ¡qué cosas, qué tiempos aquellos!
En
nuestros días, la amistad es un valor a la baja, una oferta de mercadillo que
nadie comprende o aprecia, una bandera plegada en el mástil del egoísmo. Los
altruistas o los seres amorosos que caminaron en la época de Byron, son raras
avis en este mundo actual que solo se mueve en pro de un único interés
—cargado de letra pequeña—: «solo si me das, recibes… Lo comido por lo
servido…». Eso de desplegar (enarbolar) la generosidad sin ton ni son está,
incluso, mal visto. Se deja para las velas con lustre, esas que se izan con mar
favorable para causar una buena impresión en una sociedad que ya mide casi todo
por cantidades y no por cualidades.
Existió un tiempo, sí, en el que la humanidad
daba otro valor a las injusticias. La gratitud, la decencia y la probidad eran
virtudes indiscutibles. Ahora, a diario observo como las pocas personas
honestas, que siempre están ahí para cualquiera, con su generosidad y
autenticidad, son rechazadas, marginadas o se les arrincona por sistema. Los
egos enfermos de esta época son incapaces de creer que un corazón/alma albergue
tan buenos sentimientos. Siempre tienen a un diablillo soplándoles eso de:
«Nooo, ¡cuidado! No puede ser tan bueno-a, tan generoso-a, tan limpio-a... algo
querrá a cambio».
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Y qué quieren que les diga, todo esto me
entristece sin parangón porque avanza a pasos de cíclope. Para paliar mi
desasosiego, he acudido a «Papá RAE» y he buscado el significado de «amistad» y
«amigo».
De «amistad» figuran hasta
siete entradas, incluido el «amancebamiento». El primer significado que recoge
es el que más se acerca a mi ideal “romántico”:
«Afecto
personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se
fortalece con el trato».
Luego
recoge palabras, flotando en la nebulosa de la obviedad, tales como:
amancebamiento, merced, favor, afinidad, conexión entre cosas (no almas), pacto
amistoso entre dos o más personas, deseo o gana de algo, personas con las que
se tiene amistad.
De «amigo» dice
que es un adjetivo y significa:
«Que
tiene amistad, tratamiento afectuoso, aunque no haya verdadera amistad».
Igual
que en la anterior, detrás de la entrada principal figuran palabras como:
amistoso (perteneciente a la amistad). Que gusta mucho de algo. Benéfico,
benigno, grato (amicísimo). Persona amancebada (insiste en el tema de
uniones sexuales sin contratos de por medio). Un “amigo” en ingeniería, por
ejemplo, se usa en las minas y es un palo que se coloca atravesado en la punta del tiro o
cintero para que, montándose los operarios, bajen y suban por los pozos. En
México es una Escuela de niñas o una Maestra de Escuela de niñas (curiosa
acepción en un país donde el machismo aún campa a sus anchas…). Amigo íntimo.
Luego está el amigo de “pelillo” o de “taza de vino”: aquel que lo es solamente
por interés y conveniencia (y dice que está en desuso¿?). O el amigo “hasta las
aras” (en desuso también): que profesa fina amistad a otra persona sin exceder
los límites de lo justo y honesto. En Gramática significa cada una de las dos
palabras que, perteneciendo a dos lenguas diferentes, se asemejan mucho en la
forma, pero difieren en el significado. Luego hablan de expresiones rayando lo
parvulario como: «tan amigos», «tan amigos como antes», «tan amigos como
siempre», como fórmula para manifestar la disposición del hablante a continuar
una buena relación con su interlocutor, interrumpida o en peligro de romperse.
Completan el conjunto estas otras sin desperdicio: «cara de pocos amigos», «números
amigos», «pie de amigo», etc.
El verano pasado retransmitieron por
televisión una serie, «Pulseras rojas», que tuvo tantos
adeptos como detractores. Si dejamos a un lado las apreciaciones políticas mal
avenidas o los tediosos juicios de valor, la serie hablaba de la amistad Bayroniana,
romántica, benévola y generosa. De ese «Afecto personal,
puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con
el trato», como expresa nuestra RAE. Un grupo de adolescentes unidos por una triste
causa común en un lugar difícil: el sufrimiento de la enfermedad en un
hospital. Altruismo puro y duro marcado por un enorme afán de superación y por
unas terribles ganas de vivir. El “listo”, la “chica”, el “guapo”, el
“imprescindible”, el “líder” y el “co-líder”. Toni, Cristina, Ignasi, Roc, Lleó
y Jordi; seis chavales que forman una pandilla de las de antes, de espíritu
mosquetero, indestructible e inquebrantable: «todos para uno y si tú caes, los
demás también». Capitaneados por los sabios consejos de Benito, un adulto que
ingresa por otros problemas y acaba diagnosticado de principios de Alzheimer.
No me perdí ni un capítulo y no hubo ninguno en el que no llorara a moco
tendido. Al margen de otras opiniones, me pareció una serie entrañable, de esas
que se recuerdan siempre. Porque los «Pulseras» sí conocieron la verdadera
Amistad.
Y aunque yo no crea en ella, como ya he dicho; sin embargo, sí creo en los
amigos (incluidos los de “pelillo” o “taza de vino”) tal y como los define la
RAE:
«Que
tiene amistad, tratamiento afectuoso, aunque no haya verdadera amistad».
Tengo
fe en aquellas personas que aparecen en un momento determinado de tu existencia
y comparten morral, camino y baches contigo; pese a que luego se esfumen. Unos
lo hacen muy rápido y otros permanecen un gran trecho. Son «encuentros» de
almas que se necesitan para realizar algún aprendizaje clave o para cerrarlo. A
veces es el otro el que nos trae la «lección», otras somos nosotros los que se
la llevamos. Así, el trayecto de la Vida se hace más llevadero.
Es
a esos «amigos» a los que dedico las siguientes
reflexiones sobre la Amistad que escribí hace unos meses. A
los Castellanos, a los Cantábricos y a los Mediterráneos...
Por todas las cosas aprendidas y las que quedan por aprender. Por los que
tomaron otra vía. Por aquellos que siguen compartiendo camino, pan y
vino y me siguen enseñando lo que es menester. Y, por supuesto, para todos los que
están por llegar.
¡Va para todos ellos! ¡Salute!
La amistad es un baile guiado por el ritmo
del cariño y que fluye al son de la confianza. Los bailarines desplegarán su
mejor voluntad para danzar al unísono, auspiciados bajo la luz del mismo
compás. El más mínimo gesto de querer manejar los pasos del otro, por miedo o
como un prejuicio hacia su incompetencia para el baile, la destruirá.
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"Maceta con girasoles". Autor: Miquel. |
Me gusta imaginar la amistad como si fuera el
mismo proceso que concierne a una semilla…
Primero buscamos un terreno propicio.
Horadamos la tierra con el mimo de una caricia y la depositamos allí, la
plantamos con la ilusión de un niño en Navidad. Después le proporcionamos agua,
cuidamos de que siempre tenga suficiente luz, le protegemos de las heladas y
las fuertes lluvias con amor y esperanza. Procuraremos dar a nuestra semilla en
crecimiento el mismo abrigo de la Madre Tierra y el calor y la luz del Padre
Sol...
Algunas veces, podaremos esas malas hierbas
que crecen cerca o sus ramas resecas para vivificarla... Cuando esté más
decaída, le suministraremos el suficiente abono para fortalecer esa tierra que
elegimos como su casa.
Sin embargo, lo más importante de todo este
proceso es, sin duda, el Amor que pongamos en todos sus cuidados, porque la
ausencia de ellos, así como una precaria atención, hacen que la planta, bella,
fresca y resplandeciente, en la que se convirtió nuestra semilla, se marchite y
se seque para siempre, a veces sin remedio.
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La
amistad es como un río, solo hay que dejarlo fluir, bañarnos en sus aguas sin
pretender que ellas lleguen hasta nosotros. Si lo obstaculizamos o ponemos
diques para que fluya a nuestro antojo, huirá en busca de otro cauce por el que
discurrir libre, puro y transparente.
|
©
Mar Solana.
15 comentarios:
La amistad es muy rara, se da con muy pocas personas. Mantenerla a lo largo de la vida es difícil, aunque no imposible. Lo que sí es cierto es que todo el que llega a nuestra vida para querernos y que lo queramos es un amigo, aunque luego desaparezca de nuestra vida. Hay personas que se quedan para siempre y otras que sólo están un tiempo. En ambos casos, aprendemos de ellas, las amamos y las recordamos con cariño.
Por tanto, estoy de acuerdo contigo. Vivimos tiempo en que todo se cuantifica y sólo se da cariño si se recibe. La generosidad es una virtud olvidada.
Un beso.
Hola, Isa ;)
Es un verdadero lujo tenerte a ti y a tus palabras mar adentro. Muchas gracias por expresar tus pensamientos siempre de una forma tan hermosa, Amiga :)
Te envío un súper beso a través de generosas olas :D
No damos valor a lo que es inmensamente valioso y sobrevaloramos lo que es ínfimo y pasajero. A esto se le llama crisis de valores.
Un abrazote, capitana.
Hola, Ibso :)
Sí, también pienso que además de un buen socavón económico, tenemos otro en el alma más difícil de sanar.
Un beso enorme, Canario de lujo.
saludos Mar
sin dudas me dejas pensando en mucho de esto d e la amistad , la cual comprendo mejor ahora por los motivos que han transcurrido mi vida en estas ultimas semanas ...pero que por fortuna por tener amistades significativas y compañeras a mi lado he podido compartir y desahogar los dilemas d e la vida misma...ellas sin onteres mas que el apoyar han caminado conmigo y claro se ve la diferencia en todo sentido como lo planteas aquí...uno no puede hacerse amiga de todo el mundo sino de aquellos que realmente siente únicos para uno también y que siente que están ahí sin esperar algo a cambio de dar esa comprensión...entiendo que uno viene a aprender a dar y recibir...
hermoso tema sin dudas...y tus reflexiones son muy enriquecedoras...
saludos!
Vaya discurso sobre la amistad, Mar!!!
Yo creo que la amistad es un valor humano a tener muy en cuenta. Creo y quiero creer en la amistad. Claro que también diré que te llevas chascos, desilusiones, malas experiencias con gente que se dice amiga tuya. Pero no,; me niego a renegar de la amistad.
Si hacemos balance seguro que sale positivo. No conocía esa acepción que habla de "amigo de pelillo o taza de vino" pero creo que ese tipo de amigo interesado no va conmigo. Aunque también creo que nos equivocamos un poco con el uso de la palabra "interés". Me explico: yo tengo amigos porque me interesan, tengo un interés hacia ellos porque hay algo en ellos que me aporta lo que son o muestran. Por ejemplo, me interesa un amigo que sabe de música, o de cine, o es artista, o intelectual, o sabe escuchar, o aconsejar, o es generoso, o comunicador...y así hasta todos los "intereses" posibles. En definitiva interesa tener amigos que te aporten algo y a su vez ellos estén interesados en ti. No sé si me explico, Mar.
Quiero un montón a mis amigos y siempre que puedo se lo expreso e intento demostrárselo. Otros, me consta, me quieren a mí. Aunque no sean tan expresivos ni se achuchen tanto. Lo importante es saber que están ahí y que sirven para juntarnos en un día de fiesta y también en un día gris.
Creo que en la amistad, como en el amor o en las buenas relaciones tiene que existir química; algo que te guíe a seguir compartiendo pareceres con esa persona.
Bueno, Mar, apostemos por la amistad porque como decía el escritor italiano Alberto Moravia " es más difícil y más rara que el amor. Por eso hay que salvarla como sea".
Un abrazo de Mois desde la orilla de las palabras.
Hola, Mos:
Uy, yo diría que el discurso nos lo has dado tú, jajaja...
Hombre, Mos, a mí lo de discurso me lleva a un púlpito, a un auditorio y al índice en posición de arenga :D Mejor se lo dejamos a los políticos, que se les da de perlas el tema.
Esto no son más que unas humildes reflexiones de una servidora con las que, por supuesto, no tienes por qué estar de acuerdo. Los comentarios están para que cada uno vierta su opinión, ¡faltaría más! Y a mi me alegra que tú hayas remado hasta aquí para dejárnosla.
Pero si apostara contigo y con Moravia por algo en lo que no creo, sería de "pelillo" o de "taza de vino", y esos Amigos no van con nadie, Mos. Mejor que no.
Me siento muy orgullosa y quiero muchísimo a los pocos amigos que recorren camino conmigo en esta etapa de mi existencia, y ellos lo saben. Es a ellos a los que he dedicado las reflexiones líricas del final. Espero que te hayan gustado a ti también ;)
Un saludo desde las olas de mar adentro.
Ay, chilena, que te salto... ¡Sorry! :)
Gracias por compartir con nosotros tu opinión. Los amigos que están a nuestro lado en momentos complicados son verdaderos tesoros, Meulen, continúen o no a nuestro lado. Como dice Isabel, aprendemos de ellas, las amamos y las recordamos siempre con mucho cariño. Si continúan a tu lado, ¡miel sobre hojuelas, doble tesoro! :D
Un beso para Chaitén y otro más grande para ti.
Mar,tu reflexión nos hace pensar a todos y te lo agradezco...Tienes razón, estamos en una etapa insegura en todos los sentidos,en una etapa de cambios y falta de valores humanos...Sin embargo,la amistad está ahí,presente siempre,podemos palparla y sentirla,porque la llevamos grabada en el alma.Tiene etapas de alza y de baja,porque vamos evolucionando,como seres humanos,que somos.Pero,la amistad está ahí siempre y lo estará,amiga...Y los que lo sabemos no dejaremos nunca,que las personas,que tienen el "ego enfermo" y no creen en la amistad nos convenzan de ello...Estoy segura,que tú si crees en la amistad y no olvidas a los amigos,estoy segura...Por tanto,vamos a seguir sintiéndola y creyendo en ella,mi inolvidable compañera y amiga.
Mi abrazo inmenso y mi ánimo siempre.Feliz jueves,Mar.
M.Jesús
Me he dado cuenta después de escribir,que seré el comentario número 9...Mi querido y "amigo número",que viene a apoyar la amistad...con el corazón,Mar...
Un beso.
M.Jesús
Je, je, je... Sí, es muy buena señal, Mª Jesús. El mágico NUEVE que junto con el TRECE, son mis números favoritos.
Mi querida 'capricorniana' ;=), nunca he creído, no creo, ni creeré en la amistad. Sigo CREYENDO en personas como tú, con gran ímpetu, enorme corazón y una buena capacidad para trascender cualquier circunstancia y empezar de nuevo :)
Me siento muy orgullosa de que, al paso de los años, seamos buenas Amigas Bloguer ;))
Un beso enOOOrme para tí y tu voluntad Amorosa, querida Amiga.
Magnífico artículo. Toda una apología de la verdadera amistad.
Un abrazo.
Gracias, Balamgo. Solo con llamarlo "Apología" (preciosa palabra), ya me siento muy halagada y feliz de haberlo escrito.
Otro abrazo.
Oh, amiga, qué bello compartir la esencia: libertad, pureza, transparencia, fluir. ¡Sí! bajo esa bellísima foto de gnomos-duendes. Así es la verdadera amistad basada en los valores Acuarianos.
La Vida siempre nos regala compañeros de camino, y nos convertimos en regalo también. Creo que cada momento, cada día es apasionante y vivirlo con entusiasmo, o el deseo de que así sea, crea la vibración adecuada para atraer a las personas más afines, y a los maestros más adecuados.
Gracias por tus reflexiones que tanto aportan en estos tiempos de cambio y transformación.
Hay algo que va más allá de Byron y aquellos personajes, el propio espíritu que guiaba sus corazones, y es inmortal, ¡anda por aquí y por allá!
¡Besotes chispeantes!
Hola, Mª José:
Jo, ¡cuánto me alegra que te hayan gustado mis duendecillos Cántabros del amor! ¿Sabes? Nos cuidan las plantitas y lo hacen muy bien ;))
Estoy totalemente de acuerdo contigo, amiga. Tenemos las responsabilidad de vivir todos los días con Amor y Entusiasmo, ello es suficiente para que la Vida nos obsequie con personas y compis de camino especiales ;)
Gracias por tus bellas y sabias palabras, querida amiga.
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¡POR FAVOR, NAVEGANTE DE "MAR ADENTRO",
NO TE VAYAS SIN DEJAR TU TINTA
EN ESTE HUMILDE TIMÓN,
AL ALBUR DEL BARLOVENTO!