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| Pintura de Ana Abril... |
Las parras dejaron de crecer y las vides se secaban en un mundo cada vez más desertizado. Las últimas cosechas se guardaban en sitios recónditos como auténticos tesoros. Los nuevos injertos no daban los resultados previstos y las rosas se morían de forma inexorable. Y así, poco a poco, como un veneno de acción retardada, una toxina que se expande por la sangre y fagocita todo lo que encuentra a su paso… se extinguieron los días de vino y rosas.
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19 comentarios:
Muy bonito tu ejemplo Mar, me ha gustado mucho, como siempre tus letras son rápidas y claras.
Un abrazo fuerte amiga, desde mi KLibrillo.
Pues habrá que seguir plantando rosas y vides, porque esto no se puede secar así como así.
Ya sabes cuál es mi frase favorita: "Nadie le dijo que era imposible y lo consiguió".
Pues ahí va otra (creo que es de Unamuno): "La única manera de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura" (o algo parecido).
Besos de mar para Mar.
Muy triste!...esperemos que nunca suceda algo tan apocalíptico!
Un abrazo.
Hola Mar
Esperemos que tu vaticinio no se cumpla, con lo qué me gustan las rosas. Y aunque no soy buena catadora ni bebedora de vino, a quién no le amarga una buena copa.
Besotes.
¡Hola, chicas!
Jo, qué majas sois, gracias por venir mar adentro a pesar de la marejada, el ajetreo de algas y olas y los vientos rolantes del norte ;)
El escritor ruso de cuentos y relatos, Anton Chejov, decía que escribir cosas tristes, apocalípticas o funestas es un signo de equilibrio y alegría interior... No sé, quizás este micro comience a responder a otra fase de mi vida, quizás, perhaps... En todo caso, no todo lo que escribimos tienen por qué ser vaticinios, uf, entonces sólo escribiríamos sobre la felicidad y el amor, ¿no?? ;)
Besos para todas, muuuaaaakkkk...
Mi capitana, dime que no hay marejada en tus aguas y que tus palabras son el fruto de tu prodigiosa mente...
no obstante, yo confío en que siempre habrá una rosa y una copa de vino que nos alegren los sentidos
un abrazo :)
"EL ROSÉ Y LOS TANINOS..."
Vaya... sí es triste este micro, Mar. Espero que el maestro Chejov tuviera razón y que estas letras sean preludio de días muy felices.
Un besote enorme.
Muy triste Mar y lamentablemente cierto. Estamos viviendo días en que parece que sólo hay espinas y que las rosas han dejado de existir, pero confio en que seremos capaces de reconducir nuestros destinos. Lo lindo de los escritores es que hasta de las cosas tristes hacen poesías y eso siempre es alimento para el alma. Así es que sigue escribiendo. Todo aquello que nace de ti llega al alma.
Besitos amiga.
No sé si se puede vivir sin rosas. Habría que sustituirlas por algo que cumpliera la misión que esta flor tiene encomendada: enviar avisos amorosos, complicidades, agradecimientos, besos en múltiples colores y, cómo no, como simple adorno.
Más difícil me parece sustituir la bebida que desde tiempo inmemorial ha acompañado al hombre de casi todas las latitudes en sus momentos de tristeza para ahogarlas y por encima de todo, para cubrir las alegrías con más alegría.
El vino es, si cabe, un digno sustituto de la rosa. Abrir y saborear una botella en buena compañía dejando fluir una amistosa conversación.
Ojalá nunca acaben estos días!
¡Uff! Mar, que micro más bueno, pero que estremecedor, esperemos que nunca llegue a realizarse tamaña epidemia, Aunque al paso que vamos...
Un fuerte abrazo, me voy unos días de descanso, nos vemos en septiembre
Hola, Grumetilla:
jejeje; gracias por tus palabras... Salvo momentos puntuales de "luna llena", auuuhhh, mejor que nunca :)
Yo también creo que las rosas y el vino estarán siempre a nuestro lado. Soy amante de las metáforas...
Hola, bixen:
Sí, los taninos, en general, son altamente beneficiosos :)
Hola, Susi:
Uf... Yo también lo espero, chiqui :)¡Ya va siendo hora! Pero no creas que por eso voy a escribir ahora sobre catástrofes y dramas nada más, jejeje...
Hola, Belkis:
Muchísimas gracias por tus palabras que también me llegan muy dentro, preciosa :) Yo también confío en que sabremos hacerlo, Belkis, debemos proyectar toda nuestra energía sobre ello...
Hola, Jóse:
Brindo contigo por ello y te regalo una fragante rosa de mi jardín marítimo :) Que los amigos siempre tengamos una copa para compartir... ¡chin, chin!!
Hola, Jose Vte.:
A veces, escribir sobre los demonios ayuda a ahuyentarlos; espero que sea el caso.
Felices vacaciones, descansa mucho.
UN MONTÓN DE BESOS, UNA FRAGANTE ROSA Y UN TINTO DE RIOJA PARA TODOS ;))
Bueno amiga, aunque los rosales se sequen y la vid se extinga, hay que seguir plantando y laborando en la tierra, porque son los únicos símbolos que nos quedan para celebrar la amistad y el amor, a pesar de que la cosecha del vino, lo mismo que las rosas, no fuere del todo buena y abundante.
Un abrazo muy fuerte con vino y rosas.
Mi querida Mar.
Se palpa la realidad cruda y dura del mundo que vivimos en tu breve relato. También creo que los días de vino y rosas están llegando a su fin.
(Me ha encantado tu receta contra la estupidez. Ojalá todas las personas, empezando por abajo, tuvieran todos los ingredientes a mano.)
Besos y gracias por tu visita. Por supuesto que me alegró. Siempre es un placer recibirte.
un brindis por el retorno de esos días de vino y rosas.
Esos días de vino y rosas se extinguen en las vides del olvido.
Besos, Mar.
Hola de nuevo Mar, espero que lleves bien los calores y que te inspiren buenos textos.
Sólo quería trasmitirte el agradecimiento de parte de Josele Ferré y de María por tu comentario, me ha dicho que os lo comunique. También de mi parte.
(yo sigo en pausa)
Nos vemos pronto.
Habrá que procurar que esos agentes nocivos no extingan ni el vino ni las rosas dentro de nosotros. Que nos sigan creciendo dentro los petalos suaves de unas, y envejeciendo en la barrica el dulce sabor del otro. Entonces, para disfrutarlos, seguro que vendrán días.
Un abrazo.
Que forma tan padre de envolver con tus palabras..me ha encantado.
Por cierto lei un post sobre tu libro..en vdd que como se antoja leerte.
Felicidades.
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¡POR FAVOR, NAVEGANTE DE "MAR ADENTRO",
NO TE VAYAS SIN DEJAR TU TINTA
EN ESTE HUMILDE TIMÓN,
AL ALBUR DEL BARLOVENTO!